Adiós a los grupos de señoras en Facebook

Hubo un tiempo, entre los años 2010 y 2012, que los grupos hacían furor. Se crearon numerosos cada semana, a cual más gracioso o divertido. Los había de toda clase, índole y afición. Los usuarios los seguían, pero perdieron su encanto. De ahí surgió un fenómeno viral que se convirtió, rápidamente, en éxito . Se trataba de los grupos dispares que se hacían eco de «Señoras que...». Los ejemplos abundan: «Señoras con amigas cuyos hijos se sacaron la ingeniería a curso por año», «Señoras que preguntan: ¿te has quedado con hambre? ¿Te frío un huevo?» o «Señoras que dicen en las noticias que su vecino asesino siempre saludaba».

Aunque la compañía norteamericana no ha facilitado datos sobre el número de grupos que se crean diariamente, la percepción de los expertos es que este tipo de contenido ha perdido fuelle en los últimos años a consecuencia de una mayor profesionalización de los servicios y el auge de la mensajería instantánea. Una de las razones que puede justificar entonces el auge de estos espacios destinados al humor se encuentra en una de las características más utilizadas para el marketing: la novedad.

Por aquellos entonces, para muchas personas Facebook era algo desconocido, ajeno a sus vidas y sus quehaceres diarios. Y, tras zambullirse de lleno en su experiencia virtual, descubrieron un mundo donde la mofa, la gracia y el humor era estar a la última. «Los usuarios pasamos ciclos también. Al principio entras como la novedad, pero luego piensas que “para qué estoy aquí”», considera Isabel Pina , psicóloga especializada en marketing y redes sociales en declaraciones a ABC.

A su juicio, el extenso abanico de herramientas y aplicaciones de comunicación lanzadas en los últimos años ha obligado al internauta a fronterizar sus aficiones y hábitos. «Al final tienes que buscar el objetivo de cada una de ellas para poder sacarle partido, si no va a estar complicadísimo estar presentes », opina esta experta, quien considera que es cada vez más necesario realizar una criba sobre los servicios de internet que se utilizan de forma habitual ante el riesgo de caer en lo que define como «infoxicación», término acuñado para explicar la sobrecarga informativa que viven actualmente los internautas. «Facebook ha potenciado mucho otros servicios y ha dejado los grupos a un segundo plano. No le interesa tanto, porque hay muchas más herramientas para crear foros» .

La percepción más compartida es que ha perdido interés de forma continuada. «Si buscas información, buscas páginas corporativas», insiste esta experta, que comparte opinión con Manuel Moreno , experto en redes sociales y editor del blog « TreceBits ». «Los usuarios han evolucionado. Se potencia más la búsqueda de información, ahora buscamos otras cosas, incluso hay personas que buscan trabajo gracias a su perfil. Como van cambiando las necesidades, buscamos otras plataformas ».

Esos hábitos de los usuarios han variado considerablemente y la comunicación más directa, privada y cercana se distribuye en otros terrenos, como las aplicaciones de mensajería instantánea con WhatsApp a la cabeza. De ahí que se explique la decisión de Facebook de separar en una aplicación independiente la gestión de los grupos . «La moda de crear páginas con sucesos ha parado, también es cierto que se hizo muy mal uso de esas páginas -muchas se vendieron o ponían enlaces no relacionados y monetizados-», añade Clara Ávila , consultora de Marketing Digital.

Otra de las razones que explicaría la desaparición de este tipo de contenidos tiene que ver por la repercusión real de esas páginas, dado que el cambiante algoritmo de Facebook muestra, únicamente, un 10% de los seguidores de una página. « Lo más seguro es que, aunque seas seguidor, no lo estés viendo ». Sin embargo, el humor, aunque algo menor que en los comienzos de Facebook, ha encontrado un filón en el traslado de webs humorísticas hacia la red social. De este maremágnum de ofertas cuya razón de ser es el humor ha surgido una propuesta que se ha extendido como la pólvora. Es la página de Cabronazi , donde el humor de tintes radicales divierte a más de dos millones de seguidores gracias a «una viralidad bastante interesante».