Las mejores inocentadas captadas por las cámaras de Google Street View

Con millones de fotografías de miles de ciudades de todo el planeta en su base de datos, esta anécdota nos recuerda que Google Maps es una fuente inagotable de toda clase de imágenes curiosas de las que ya hemos hablado alguna vez, aunque no todas ellas son fruto de la casualidad.

Prueba de ello es la recopilación elaborada por los redactores del blog “Experiensense” que, junto al falso asesinato de Edimburgo, recoge otras de las mejores bromas de las que han sido objeto las cámaras encargadas de tomar las fotos de este popular servicio. Podrán ser de mejor o peor gusto, pero lo que está claro es que el ingenio abunda.

1.- Buzos a la carrera : Borre Erstad y Paul Age Olsen, dos amigos de la ciudad noruega de Bergen, decidieron esperar la llegada del coche de Google Street View en un lado de la calle, sentados en dos sillas de camping y vestidos con sus equipos de buceo. Cuando el coche pasó, los buceadores comenzaron a correr detrás del vehículo tan rápido como sus equipaciones subacuáticas se lo permitían.

2.- El ataque de Firefox : En 2006 el navegador impulsado por la Fundación Mozilla alcanzó los 50 millones de descargas. Para celebrarlo, el grupo de usuarios de Linux de la Universidad Estatal de Oregón decidió recrear el logotipo de Firefox en un campo de cultivo. La imagen, que fue captada por las cámaras aéreas de Google e incluida en su servicio, ocupaba más de 13.000 metros cuadrados.

3.- Un parto en la calle: Las cámaras de Google recogieron otra escena inquietante en el barrio berlinés de Wilmersdorf. En ella, se veía a una mujer dando a luz en plena calle con la ayuda de otras dos personas. Aunque el suceso nunca ha sido aclarado de forma oficial, la cercanía de un hospital y una agencia de publicidad al lugar donde se tomó la fotografía apunta a otro montaje.

4.-Una niña muerta en la acera: El recorrido virtual por una tranquila calle de la ciudad de Worcester se veía sobresaltado por la presencia de una niña tendida en medio de la acera, aparentemente víctima de un atropello del que nadie parecía haberse percatado. Por suerte, la realidad era mucho más simple. Se trataba de una broma gastada por Azura Beebeejaun, una niña de diez años que decidió tirarse al suelo cuando vio acercarse el Google en 2010.

5.-La broma más antigua del mundo: Quien no tiene tiempo de planear algo original con lo que quedar inmortalizado en Google Street View, siempre tiene la clásica opción de enseñar el culo antes de que el coche se aleje. Al parecer, existen tantos traseros desnudos repartidos por las calles de todo el mundo, que Google se ha visto obligada a difuminarlos, para posteriormente ir sustituyéndolos por otras fotografías más decentes.

6.-El inquietante hombre con cabeza de caballo: Saber de antemano cuándo va a pasar el coche de Google por delante de tu casa te permite idear una broma mucho más elaborada. Suponemos que eso es lo que le ocurrió a un habitante de la ciudad escocesa de Aberdeen que posó para el servicio del buscador con una cabeza de caballo de goma en la cabeza. Cualquier otra explicación es mucho más inquietante que la fotografía resultante.

7.- Una tienda surrealista: Krakatoa, una tienda especializada en artículos deportivos del sureste francés, fue uno de los primeros comercios en estrenar el servicio de Street View que permite explorar el interior de todo tipo de edificios abiertos al público. Para celebrarlo, plagaron la tienda de todo tipo de imágenes surrealistas. La más famosa es la que muestra las piernas de una pareja dentro de uno de los probadores, con los pantalones en los tobillos y aparentemente abrazándose. Sin embargo, hay muchas más, desde un hombre enmascarado bajando por una tirolina hasta un esquiador deslizándose sobre un carrito de supermercado empujado por otra persona.

8.-El ataque de la gaviota: Seguro que la primera persona que decidió visitar la calle John Street de Brighton no esperaba encontrarse con la imagen de una gaviota con el pico lleno de comida y que parece a punto de atacar las cámaras de Google, como si hubiese escapado de la famosa película dirigida por Alfred Hitchcock. Mucha más puntería tuvo el ave de especie desconocida que decidió defecar sobre uno de estos dispositivos que tomaba fotografías de las calles de Los Ángeles. Al final, Google tuvo que reemplazar las imágenes por otras mucho más limpias.