Dos meses con el Galaxy Fold 4, el 'smartphone' plegable más puntero de Samsung

Durante estas semanas, hemos comprobado especialmente la resistencia del teléfono. Al fin y al cabo, una pantalla plegable no es una pantalla de cristal, y no ofrece el mismo nivel de durabilidad. De hecho, no deja de ser plástico, por eso, si tenemos la oportunidad de tocar alguna pantalla plegable nos daremos cuenta de que si apretamos con la uña probablemente dejará una pequeña muesca temporal.

Además, todos tenemos el recuerdo de esos primeros terminales plegables que Samsung lanzó, que tuvieron tantos problemas de polvo debajo de la pantalla.

La tecnológica asegura que ha incrementado notablemente la dureza del Fold 4, y durante estas siete semanas el teléfono se nos ha caído en alguna que otra ocasión, más de las que nos gustaría reconocer, y, cualquiera que diga que no se le cae nunca el teléfono, miente. Precisamente, no le hemos puesto funda para comprobar la durabilidad de su carcasa de aluminio, y ahora mismo no tiene ni un sólo rasguño.

El segundo punto importante del Galaxy Fold 4 es que es IPX8, es decir, no es resistente al polvo, sólo al agua, pero nosotros lo hemos llevado metido en el bolsillo todo este tiempo, que no deja de estar lleno de fibras y pelusas, y la pantalla está impoluta, nada de suciedad debajo de la pantalla. El sistema de cerdas en la bisagra que evita que entre el polvo, funciona.

En cuanto al uso, el Fold 4, cuenta con doble pantalla: una frontal AMOLED con un formato muy alargado de 6,2 pulgadas y una plegable AMOLED interior de 7,6 pulgadas. Una vez desplegada la gran pantalla permite disfrutar de aplicaciones que se ven espectacularmente bien, a pesar del formato cuadrado.

Aunque la pantalla exterior podría ser un problema por su aspecto de 16:9, en realidad, el tiempo que la hemos usado ha sido mínimo, básicamente para leer notificaciones o consultar un correo rápido. Si vamos a usar más de 10 segundos el Galaxy Z Fold 4 terminaremos desplegando la pantalla plegable, ya que resulta muy cómoda, no sólo para contenido multimedia, como YouTube o Netflix, sino también para leer mails, WhatsApp o redes sociales, independientemente de dónde lo hagamos.

Resumiendo, la pantalla exterior no es relevante porque usaremos la interior el 90% del tiempo. A la pregunta de si la pantalla plegable conserva la 'arruga' a la altura de la bisagra, sí lo hace, y no mejora con el paso del tiempo, pero en realidad sinceramente, no perjudica a la experiencia con ella.

Otro de los aspectos importantes de la pantalla es el gran trabajo que ha hecho Samsung para que podamos sacar partido a su gran tamaño y su formato. Por ejemplo, el teclado que podría parecer incómodo en un primer momento se divide en dos, y escribir es incluso más rápido que en un teléfono tradicional.

La multitarea es la estrella del Fold 4, es decir, tener varias aplicaciones al mismo tiempo abiertas. Esto es fácil gracias a varios menús con los que cuenta el teléfono, uno lateral y otro inferior en el que podemos arrastrar, soltar y arrancar diferentes aplicaciones al mismo tiempo. En cuanto a la productividad, el Fold 4 no tiene rival.

En general, la experiencia con la pantalla plegable ha sido muy positiva, supone un gran salto cualitativo gracias a su tamaño. De hecho, puede ocurrir que esas personas que viajan y que llevan un teléfono y una tableta, sobre todo para consumir contenido multimedia, tengan suficiente con el Fold.

Hablemos un poco del sistema Flex que Samsung ha desarrollado para sus dos plegables aprovechando el aspecto de libro que les confiere la bisagra. Por ejemplo, nosotros lo hemos usado continuamente para videoconferencia y gracias a que podemos simplemente doblarlo y enfocar la cámara hacia nosotros apoyándolo en cualquier superficie, hemos podido llevarlas a cabo sin necesidad de sujetar el teléfono.

El modo Flex también nos permite jugar mucho con la cámara, por ejemplo, dejando el teléfono apoyado podemos sacar fotos con el temporizador, o usar la cámara trasera en modo selfie previsualizando la pantalla externa. Las posiciones que permite este formato son casi infinitas, y ya queda en la creatividad del usuario poder explotarlas a fondo.

Respecto a las cámaras, es el conjunto del Samsung Galaxy S22, es decir, de lo mejorcito del mercado, con uno de los teleobjetivos de tres aumentos y 12 megapíxeles mejores que hemos probado. Por no hablar del objetivo principal de 50 megapíxeles, OIS, y el gran angular de 12 megapíxeles. La cámara 'selfie' interior está reservada para las videoconferencias, y ofrece unos modestos 4 megapíxeles de resolución, más que suficiente para su función, y la cámara frontal exterior es de 10 megapíxeles, aunque hemos hecho poco uso de ella.

El formato Flex tiene un punto negativo, y es que el Galaxy Z Fold 4 no se puede abrir con una sola mano. Aunque, en la práctica, cuando vayamos a consumir contenido con la pantalla abierta siempre vamos a querer usar ambas manos, una para sujetar el terminal, otra para manejarlo, por lo que, en el fondo, no podemos decir que sea realmente un fallo.

Respecto al tamaño, no es que se note mucho la doble pantalla, obviamente es más grueso que un teléfono normal y algo más pesado, pero tampoco es un hecho exagerado, es decir, lo puedes llevar perfectamente dentro del bolsillo y olvidarte de que llevas un teléfono con doble pantalla. Por supuesto, si pasamos de un teléfono muy ligero probablemente sí nos demos cuenta, pero comparado con un teléfono tradicional con una pantalla de 6 pulgadas la diferencia no es abismal.

En definitiva, el Galaxy Z Fold 4 nos ha gustado mucho. Es un gran teléfono con un precio elevado, al que no le podríamos achacar prácticamente nada, cuenta con unas cámaras fantásticas, una gran pantalla, potencia Qualcomm Snapdragon 8+ Gen 1 más que suficiente y autonomía para todo el día. Obviamente nos gustaría que desapareciese esa hendidura en mitad de la pantalla plegable, pero como ya comentamos no es algo que moleste.El precio arranca en los 1.799 euros.