Apple evoluciona hacia el mundo laboral: iPad Pro frente al iPad Air 2

Estéticamente, ambos dispositivos son muy similares . Tamaño y acabados pueden lleva a la confusión. No obstante, existen pequeñas pero grandes diferencias, como la incorporación en el iPad Pro de cuatro altavoces cuyo resultado es excepcional y una cámara evolucionada que llega a los 12 megapíxeles y grabación 4K, que añade, eso sí, la engorrosa caperuza que recubre las lentes haciendo que sobresalga ligeramente, como sucede en los iPhone 6S .

Un tema posiblemente menor puesto que posiblemente la mayoría de los usuarios de este dispositivo utilicen una funda. Es más, sacarle jugo a este iPad se puede, con todo, junto con un teclado, cuyo manejo es estupendo, aunque hay que tomarle el pulso al principio. También cuenta con una cámara FaceTime HD de 5 megapíxeles en lugar de los 1.2 megapíxeles del modelo iPad Air 2, con lo cual realizar videollamadas se convierte en una tarea profesional.

Hablamos de, posiblemente, la mejor tableta del mercado. Máxime a que su tamaño es idóneo para realizar múltiples tareas. Es flexible y versátil, ya que su «hermano» mayor de 12.9 pulgadas puede ser demasiado monstruoso para el día a día. Con ella, la compañía norteamericana ha dado un paso importante en su desafío de acceder al mundo labora l . Por esta razón, ya comienza a haber aplicaciones adaptadas para este dispositivo , cuya fluidez en su manejo es incomparable. La suite de Adobe (Photoshop, Capture, Illustrator, Sketch...), AutoCAD360, Coda o uMake se convierten aquí en indispensables.

Con 2 GB de memoria RAM y su potente procesador de fabricación propia A9X el dispositivo se mueve como los ángeles. Es más potente, y se nota. Lo hace una manera rápidal, sin trastabillarse, sin ralentizaciones. Es potente y lo demuestra con todo. Tiene otro chip que le acompaña, el M9, con el que se puede, entre otras cosas, descargar ciertos recursos o tener siempre encendido el asistente virtual Siri, es decir, se puede activar constantemente con decir un comando de voz. Son pequeños detalles que permiten dejar al iPad Air 2 en un segundo plano . Eso sí, hablamos de una tableta para algo más, como decíamos al principio. Es posible que un usuario que no tenga necesidades más avanzadas con su predecesor le baste.

Pero aquí, y gracias al Apple Pencil cuyo manejo es cómodo, se puede diseñar, bosquear, tomar apuntes . El rozamiento con el cristal de la pantalla, que a su vez sí se aprecia un mejor sistema antirreflejo (hasta un 40% menos), es natural y su reconocimiento es rápido. Este accesorio se convierte en su mejor aliado y una decisión de compra segura. Tal vez el lápiz óptico de la Surface Pro 4 , de Microsoft, tiene un peso más propio para estos fines, pero el resultado es magnífico. Emparejarlo es una tarea sencilla: cuenta con conexión Lightning, que sirve para cargarlo.

En cuanto su batería, sí se aprecia una extensa duración en comparación con el modelo más básico. Y, como valor añadido, tiene una configuración de 256 GB, que evidentemente es más cara, pero vale la pena (1.039 euros). Tiene varias versiones, de 32 y 128 GB, con lo cual uno puede tener a disposición una cantidad acorde a sus necesidades.

Entre algunas funciones, este dispositivo incorpora la nueva tecnología bautizada como «True tone» que es capaz de registrar los niveles ambientales de la habitación para ajustarse en función de los mismos. Lo hace de una manera práctica y, aunque al principio choca al usuario, se convierte en una necesidad, ya que posiblemente pasemos mucho tiempo con los ojos pegados sobre la pantalla. Un apartado que parece una tontería pero que le otorga mucha vida es el «Smart Connector». Se trata de un puerto magnético de tres pines que permite conectar diversos periféricos como un teclado, con lo cual no requiere de encender la conectividad Bluetooth y, por ende, consumir menos energía.