Elsa González: «Los medios estiran a los becarios como chicle»

¿Qué balance puede hacer de la profesión en España?

No es bueno, la verdad, en estos momentos. Primero, porque nuestro sector ha sufrido la crisis económica con especial virulencia. Los cambios tecnológicos, además, han sido tan radicales que han provocado un giro absoluto sobre los soportes de la información. Empresarios y lectores están aun desconcertados. En medio los periodistas no hemos hecho la autocrítica que nos puede ayudar a salir del descrédito social que nos ganamos a pulso todos los días desde hace algún tiempo.

El número de periodistas en paro no deja de crecer, ¿cuáles son las últimas cifras que tiene registradas la FAPE? ¿cómo se puede frenar esta sangría?

El Observatorio para el seguimiento de la crisis que puso en marcha la FAPE en noviembre de 2008 registra a la fecha la pérdida de 3.417 puestos de trabajo. Estos datos carecen de rigor científico, pues como federación realizamos un importante esfuerzo por documentar la destrucción de empleo en el sector periodístico, pero siempre pueden darse cierres o despidos de los que no estemos informados. El INEM registra más de 6.000 periodistas en paro, el doble que hace año y medio. En cuanto a la necesidad de frenar esta sangría la FAPE participa con la Administración y los editores en todos los procesos para paliar esta situación de paro, como la firma de la Declaración de Madrid. Hemos reforzado la Bolsa de Empleo FAPE, un servicio ofertado a nuestros asociados. El lunes 28 de junio, firmamos además un acuerdo con la consultora Editrain para lanzar conjuntamente el primer portal en español de formación para periodistas. El Campus FAPE estará abierto al público a partir de septiembre. Se trata de uno de los principales compromisos programáticos de esta Junta directiva, que cumplimos en los primeros meses de mandato. Es fundamental la formación en nuevas tecnologías porque valora las oportunidades laborales que ofrece la Red.

¿Hay alguna línea abierta con los medios para trabajar conjuntamente en la salida de la crisis que viven hoy los medios españoles?

Los periodistas pueden aportar ideas, rigor y calidad en el ejercicio profesional, que buena falta nos hace. Pero, son los empresarios, adaptados a la nueva realidad, quienes tienen que indagar en el mercado de la comunicación. Nos hemos acostumbrado al beneficio fácil y rápido. Un lucro pasajero que siembra el desprestigio y puede aguar la inversión a largo plazo. Así las cosas, empresarios de la comunicación y periodistas podemos tener una óptica diferente para abandonar la crisis mediática, pero, esta claro, que estamos condenados a entendernos. Y tenemos que trabajar y negociar conjuntamente.

¿Cuál es el perfil del periodista que hoy se demanda en los medios?

Por desgracia, el perfil más solicitado por los medios de comunicacion es el que resulte más barato. Las empresas aprovechan al máximo los periodos de prácticas y estiran como un chicle las becas. En cualquier caso, el periodista que perdura en los medios y quien tiene más facilidad para situarse profesionalmente en la línea de salida laboral es siempre el mejor preparado. La formación es clave. En nuevas tecnologías, en idiomas y, desde luego, contar con una base cultural importante. Después, la sagacidad, la persistencia y la imaginación ponen el resto.

¿Qué consejos debe seguir un recién licenciado para desarrollar su carrera profesional?

Es difícil recomendar a nadie lo que tiene que hacer. Cada uno debe seguir su instinto. Desde luego, lo primero, estar dispuesto siempre a trabajar. No importa el soporte, el medio o la sección. A veces vamos con ideas prefijadas que nos conducen a caminos sin salida y que nos impiden identificar la vocación o cualidades desconocidas. Al mismo tiempo, creo que tenemos que luchar por nuestras aspiraciones, sin perder ese rumbo. Y saber que el periodismo requiere mucho esfuerzo, entrega y, lo más importante, sentido ético.

¿Qué opina de los procesos que se están llevando para integrar redacciones?

Se ha impuesto el periodista multifuncional, casi multiusos. Los profesionales que empiezan, especialmente, tienen que estar preparados para ejercer en cualquier soporte. Sin embargo, el resultado de la información se resentirá irremediablemente si trabajamos con cámara, grabadora y a la vez tomamos notas. La información es una mercancía especial y delicada, que requiere investigación y sentido critico. Por otra parte, creo que el rendimiento es mucho mayor cuando se desarrolla una cierta especialización, no sólo en áreas, sino sobre todo en soporte, genera oficio.

¿Qué objetivos se ha marcado como nueva presidenta de esta organización?

Que nunca falten las metas, pero que no sean tan altas que no podamos alcanzarlas. Y la profesión periodística se halla en uno de los momentos más difíciles de su historia. La formación, sobre todo en el mundo digital. Es el futuro. Acabamos de firmar un acuerdo para crear el primer portal en español para periodistas en nuevas tecnologías. Fomentaremos la creación de colegios profesionales. En la línea que marcó Magis Iglesias, mi predecesora, y, con anterioridad, Fernando Gonzalez Urbaneja, el suyo. Queremos potenciar el Comité de Ética y Deontología de la FAPE, una necesidad apremiante en estos momentos para la profesión. Y algo fundamental: somos muchas mujeres en las redacciones y muy pocas en los equipos directivos y de gestión. Cuando resolvamos esa cuestión urgente se feminizará, de verdad, el periodismo. Es urgente resolver esa situación. Seguramente entonces sabremos conciliar vocación y dedicación con vida privada. De momento es una ilusión.

¿Habrá continuidad o ruptura con la anterior directiva?

Continuidad, por supuesto, pero adaptando las consignas actuales a los tiempos actuales. Magis Iglesias fue la primera en percatarse de que la profesión necesitaba prestigio. Ella fue además quién puso en marcha el Observatorio de la Crisis de la FAPE y otros muchos éxitos más de su gestión que no podría glosar aquí por no alargarme hasta mañana, pero es cierto que los tiempos han cambiado. Las circunstancias son otras. La profesión ya no está convaleciente, sino herida de muerte. He recibido decenas de llamadas de compañeros en paro o a punto de formar parte de un ERE que te preguntan qué vas a hacer por ellos. Estamos viviendo un auténtico atropello laboral que incide en la credibilidad de los medios y de los periodistas. La situación es complicada, pero hay que darle una vuelta de tuerca a la crisis y convertir el problema en una oportunidad. Vamos a ir a por objetivos cercanos: frenar la precarización y fomentar nuevas opciones de empleo, impulsar la formación en nuevas tecnologías, recuperar el prestigio y los principios éticos del periodismo, exigir derechos de autor, reivindicar la calidad, defender nuestra función social, acabar con los anuncios de prostitución en los medios, impulsar la transformación de las asociaciones en colegios profesionales de periodistas.

¿Qué opina sobre las declaraciones de González Urbaneja en las que criticaba a Telecinco por «usar» la imagen de Sara Carbonero?

La FAPE respalda las declaraciones del presidente de la APM y como principal organización profesional de periodistas, integrada por 48 asociaciones federadas y 13 vinculadas, respetamos la autonomía de las asociaciones que hacen parte de ella.

Finalmente, ¿está de acuerdo con que se obligue a las televisiones privadas a emitir espacios electorales?

Rechazamos cualquier imposición de criterios electorales y no periodísticos en el ejercicio de la profesión. El que se obligue a las cadenas privadas a insertar información electoral que no atienda a criterios de interés público es una injerencia de los poderes en el trabajo libre e independiente de los informadores.