reacciones a las restricciones

«Twitter no está por encima de la ley»

Los usuarios se dividen entre los que niegan la censura y quienes piensan que la red social ha cambiado libertad por expansión global

«Twitter no está por encima de la ley» EFE

J. F. ALONSO

La revuelta en la Red del viernes por la tarde se concretó en una huelga de tuits ayer, de la que es imposible conocer los resultados, salvo el hecho de que muchos usuarios seguían indignados y que Twitter se vio obligado a matizar su comunicado. No filtrará los tuits antes de ser publicados (algo imposible, con un caudal de 250 millones al día); solo se retendrá el contenido cuando sea exigido por un requerimiento legal; el proceso será siempre transparente, con información al usuario; y solo se eliminará el mensaje en el país afectado. A muchos internautas les parecía suficiente para afirmar que «no hay para tanto».

Y, sin embargo, el runrún crítico no se ha apagado. «Que quede claro, esto es censura», insistía Jillian C. York. La red que inventó hace casi seis años un ingeniero de San Francisco, de repente, parece bajo sospecha, en el comienzo de una nueva etapa más enfocada a crecer y ganar dinero. Porque esa es una de las acusaciones que flotan en el ambiente, resumidas por Financial Times: «Las concesiones son un compromiso necesario para ser capaz de operar como una empresa global sin enfrentarse a sanciones».

Twitter retendrá el contenido cuando sea exigido por requerimiento legal

En este sentido apunta también el escritor y consultor Marc Cortés: «El motivo podría responder a la voluntad de evitar ser prohibido en países con un público potencial enorme (China, por ejemplo) aunque de dudosa protección de los derechos relacionados con la libertad de expresión. Si esto fuera cierto, Twitter antepone intereses de negocio a garantías legales». La apertura de oficinas comerciales físicas -pronto lo hará en Alemania- aumenta el riesgo de sanciones, añade la Electronic Frontier Foundation. «Twitter está tratando de mitigar esos problemas».

Difícil convivencia

El «caso Twitter» pone de relieve la difícil convivencia de redes globales en entornos sociopolíticos muy diferentes. Son bien conocidos los problemas de Google en China, donde terminó por redirigir sus búsquedas hacia Hong Kong. Y Google, Yahoo y Facebook tratan en estos momentos de esquivar las presiones de la India para retirar contenidos considerados insultantes por los líderes religiosos del país.

Twitter recibió más de 4.000 peticiones el pasado año para retirar enlaces, relacionados con la ley de copyright de Estados Unidos (DMCA). ¿Qué ocurrirá si las peticiones vienen de un gobierno en apuros para bloquear desde el inicio movimientos como el de la primavera árabe? Alexander Macgilliviray, consejero general de la red social, contestó así a los críticos: «Esta es una buena noticia para la libertad de expresión, la transparencia y la rendición de cuentas . Nosotros mantendremos el contenido hasta cuando podamos y seremos muy transparentes con el mundo cuando lo retiremos. Nuestra filosofía no ha cambiado».

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