El Síndrome de Alicia en el País de las Maravillas y otras enfermedades curiosas

Este trastorno consiste en la estimulación simultánea de varios sentidos, de forma que quien lo padece puede escuchar colores, ver sonidos o degustar formas. Debido a las múltiples combinaciones, es posible que un sinestésico toque una superficie suave y sienta un sabor dulce, asocie el color amarillo al número 7 o experimente el sabor a fresa al leer la palabra «coche». Artistas como Kandinsky o Jimi Hendrix padecieron este trastorno que afecta a una de cada 23 personas, aunque la mayoría lo sufre en niveles muy leves.

Esta extraña enfermedad suele manifestarse en personas que han sufrido una lesión cerebral grave y afecta a su expresión oral. En concreto, consiste en hablar el idioma materno, pero con un acento extranjero, tal y como lo haría una persona que lo hubiese aprendido como segunda lengua.

Se trata de un trastorno mental que afecta a la capacidad de identificación del paciente. Normalmente esto se traduce en que el enfermo cree que las personas de su entorno, generalmente sus familiares, han sido reemplazados por impostores idénticos. Recibe su nombre de Jean Marie Joseph Capgras, la psiquiatra francesa que la descubrió en 1923. Este trastorno ha servido de inspiración para numerosas obras literarias y cinematográficas.

También conocido como el Síndrome de Alicia en el País de las Maravillas, este desorden neurológico afecta la percepción visual. El resultado es que los pacientes perciben los objetos mucho más pequeños de lo que son en realidad. Uno de sus nombres se debe a uno de los pasajes de la conocida obra de Lewis Carrol, en el que Alicia veía las cosas demasiado pequeñas o grandes tras ingerir unas galletas mágicas. Algunos estudiosos sostienen que el propio Carrol padecía de este síndrome que suele tener un carácter temporal generalmente asociado a las migrañas. Al igual que en el libro, cuenta con una versión inversa: la Macropsia.

Las personas afectadas por este desorden, conocido también como Disautonomía familiar, suelen ser propensos a los accidentes, ya que son incapaces de sentir ningún tipo de dolor. Por ello, es normal que no se den cuenta de se han cortado o sufrido una quemadura. La enfermedad, que es hereditaria, está causada por la mutación de un gen.

Afecta sobre todo a los descendientes de los judíos de Europa del Este, quienes sufren una incidencia cercana a un caso por cada 3.700 personas. Alrededor de la mitad de los afectados por este síndrome tienden a morir antes de los 30 años, debido a que no son conscientes de sus heridas.

Si quieres conocer el resto de enfermedades que completan esta interesante lista, te emplazamos a visitar la entrada de «Pisito en Madrid».