Cuando la bicicleta es más veloz que el avión

Como cuenta Iñaki Berazaluce en el blog «Cooking Ideas», todos hacían sus cábalas y apuestas ante la clausura temporal , por obras, de una de las principales arterias de la metrópoli. Incluso la compañía aérea Jet Blue , aprovechando la gran expectación en torno al suceso, anunció pasajes a 4 dólares para cubrir el trayecto entre Los Ángeles y San Diego, de apenas 50 kilómetros .

Una estrategia de marketing que, estamos convencidos, habría resultado de gran impacto de no ser por la intervención de un grupo de ciudadanos empeñados en demostrar que es posible realizar el mismo viaje, en menor tiempo, sobre sus bicic l etas . ¿Por qué usar un medio de transporte caro y contaminante para un recorrido tan corto?

No estuvieron solos en la apuesta. Algunos usuarios del transporte público e incluso un patinador se animaron a escenificar el cuento de «La tortuga y la liebre» en tan sui géneris versión. El avión, que solo se alzó del suelo 1.500 metros frente a los 11.000 habituales, empleó 20 minutos en cubrir el trayecto, una marca a la que hubo que sumar los desplazamientos de los viajeros entre ambas urbes y sus respectivos aeródromos. En total, casi 3 horas.

El equipo ciclista empleó poco más de la mitad de ese tiempo en alcanzar Long Beach , 1 hora y 34 minutos, convirtiéndose en el ganador del reto. Los usuarios del transporte público de viajeros tardaron en llegar solo diez minutos más que estos; el patinador necesitó 2 horas y 40 minutos para alcanzar su destino, pero incluso con una marca mediocre, logró ser más veloz que los usuarios del avión.