«Comprendo que haya inquietud por las partidas de investigación»

05/10/2009 a las 17:20h.

«La propuesta presupuestaria del Gobierno en Educación recoge un leve incremento y se agradece en tiempos tan difíciles», comenta Ángel Gabilondo en relación con las previsiones para su Departamento.

Asimismo, asegura que «como universitarios nos sentimos profundamente vinculados a la ciencia, la investigación y la innovación. Otra cosa es la organización del Gobierno. En la Universidad se realiza el 60 por ciento de la investigación».

-¿Qué tiene que decir sobre las partidas para investigación?

-Ha habido un descenso en algunas partidas, desde luego inferior al que podría ocurrir. Hemos garantizado el Plan Nacional, los proyectos y el apoyo a los jóvenes investigadores, pero comprendo que haya inquietud en lo que son las partidas de investigación. No obstante, hay que seguir pendientes de lo que ocurra en el debate de los Presupuestos. Puedo decir como ministro de Educación que todo lo que se pueda destinar a Ciencia, I+D y Educación, y más en tiempo de crisis, es una verdadera inversión. Sobre todo, si queremos cambiar el modelo productivo, la investigación y la innovación son determinantes.

-¿Dónde pueden estar las razones de esos recortes?

-Ahora estamos en una situación difícil y la protección social, el apoyo a quienes están sin trabajo es una prioridad política de los Presupuestos. No voy a caer en el error de la insolidaridad y comprendo que en Trabajo haya habido un incremento notable para las personas con problemas. Reconozco el esfuerzo de este Ministerio para elaborar unos presupuestos para ayudar a estas personas.

-En el caso concreto de la Universidad, ¿no parece la gran olvidada en este proceso hacia el pacto?

-A veces se nos olvida que la Universidad es educación superior. Se trata de centros de educación, no «enseñaderos» para adiestramiento profesional, y sin Universidad tampoco hay pacto. Con la inserción en el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), la Estrategia 2015, los campus de Excelencia y el modelo de financiación la institución es determinante. Además, tiene un papel esencial en la vinculación entre el conocimiento y la rentabilidad social y entre la enseñanza y la investigación.

-Este proceso está exigiendo un especial esfuerzo a todos los estamentos, especialmente al docente y al administrativo...

-En efecto. Quiero agradecer la dedicación del profesorado y del personal de Administración y Servicios. Un profesor que ha superado los 55 años y que ha asistido a tantos cambios, cuando viene la buena nueva se asusta. Pero la generosidad y la capacidad de adaptación de una institución tan sabia dará buenos resultados.

-¿Está en los posgrados el prestigio de una Universidad?

-Es un error pensar que donde está el prestigio es en los posgrados. Creo que unos buenos grados consistentes, serios, rigurosos y bien organizados dan una gran solera a las universidades. Y sólo basándose en eso, habrá buenos posgrados, porque están vinculados a una buena formación de Grado. Sin ella, serán maquillaje, cosmética. Otra cosa es la competitividad, internacionalización y excelencia de las universidades, donde efectivamente los posgrados tienen un pedigrí determinante.

-En el proceso de Bolonia, las universidades se han quejado de falta de dinero...

-Ha habido algunos esfuerzos para abordar el denominado Plan de Bolonia, pero nunca se hizo una cuantificación de lo que significaba eso. Creo poco en unas reformas que no llevan una cuantificación y suelo decir que las convicciones se reflejan en los presupuestos. También es verdad que las universidades han hecho un esfuerzo muy grande para reorientar sus presupuestos, enfocarlos y priorizarlos. Es una institución ancestral, con mucho juego de cintura y sabe utilizar sus recursos. Pero a veces pedimos grandes esfuerzos sin hacer grandes inversiones.

-¿Y las becas?

-Ahora, me ha tocado hacer valer las razones para no disminuir la cuantía para becas y hemos conseguido un aumento de 40 millones de euros. Las becas salario y una ampliación de las «erasmus» para que nadie deje de acceder a la Universidad por motivos económicos son también logros destacados. Nos hemos propuesto seguir un proceso constante e intenso para ir homologándonos con los países de nuestro entorno. Además, la clave es la dimensión social de la educación y esto exige recursos.

-¿Introducirá la ley de Financiación nuevas fórmulas?

-Se han abierto vías y espero que se haga realidad una mayor aportación privada, pero en España se hacen pocas contribuciones de este tipo y esto contradice las acusaciones de mercantilización que se nos hacen. Eso sí, la fórmula mixta debe tener en cuenta los valores que garantizan la independencia del conocimiento.