Aaron Levie, el millonario que desprecia los lujos
El CEO de Box posee una fortuna de cien millones de dólares, pero afirma que no le atrae «ni el dinero ni el prestigio»
u. m.
Tiene una fortuna superior a los cien millones de dólares, el 92% de las empresas del índice Fortune 500 —que engloba a las mayores compañías norteamericanas— utilizan el servicio que inventó y sin embargo los máximos lujos que se permite son su iPhone y ... toneladas de pasta enlatada, su comida favorita: es Aaron Levie , un millonario fuera de lo común.
El origen de su fortuna se remonta a 2005, cuando un Levie adolescente llegó a California para comenzar sus estudios de Empresariales en la Universidad de Los Ángeles. Allí, en la capital mundial de la tecnología, se dio cuenta de las posibilidades que ofrecía un mundo por entonces casi sin explorar: el de la computación en nube. No se lo pensó dos veces: abandonó la universidad, volvió a su Seattle natal y dio a luz, en la casa de los padres de su inseparable amigo de la infancia Dylan Smith, a su gran criatura: Box.net , un servicio de almacenamiento de archivos a través de internet.
Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que estaban demasiado lejos del centro de acción teconológica, así que decidieron volver a California (a Los Altos, en pleno Silicon Valley) gracias a un préstamo del millonario texano Mark Cuban , al que lograron convencer a través de un e-mail del futuro de su negocio . Allí se enfrentaron a una atroz competencia, lo que llevó a Levie a dar un giro a su creación: la renombró como Box y decidió que, al contrario que la mayoría del ingente número de empresas de internet que estaban surgiendo en esos años, su público objetivo no serían los particulares, sino las empresas.
La idea demostró ser todo un acierto. A partir de entonces Box, cuyo valor actual supera los quinientos millones de dólares , se convirtió en el ejemplo de start up exitosa: ha convertido a su creador en millonario, con una fortuna que la revista Bussiness Insider estimaba en 2011 en más de cien millones de dólares, y más de 150.000 empresas de todo el mundo dependen de ella para almacenar su documentación sensible. Entre ellas, prestigiosas corporaciones como Panasonic, Procter & Gamble, o Fujifilm.
Sin embargo, el éxito no ha cambiado a Levie, que en una reciente entrevista en la BBC afirmaba que sigue manteniendo muchas de sus costumbres de joven universitario, como su gusto por la pasta enlatada —«Me encanta comerla todo el tiempo. Mis papilas gustativas realmente no han evolucionado mucho », explica—.
También conserva el pequeño piso que compró cuando comenzaba con Box (en el que pasa muy poco tiempo porque al menos seis días a la semana se queda en la oficina hasta bien entrada la madrugada y que como el mismo admite «no es una mansión en las colinas» ) y su viejo coche.
Negocios en un McDonald's
En el poco tiempo libre que tiene cuando no está trabajando —«trabajo tantas horas porque amo lo que hago», se justifica— tampoco lo pasa dilapidando su comida en pubs o comilonas. «Solo voy a un restaurante elegante cuando un cliente lo solicita, pero recientemente cerramos un negocio mientras comíamos en un McDonald´s».
En lo que sí gasta el tiempo es en mejorar sus habilidades como directivo y motivador, algo que considera clave para el éxito de una compañía. «Me paso el día viendo vídeos de Youtube sobre CEO's», admite en otra entrevista concedida a First Round Capital . «Se que es friki y probablemente asusta».
Y es que, como afirma, para él lo más importante es cuidar de su gente: «Ciertamente no me atraen el dinero y el prestigio. Para mí, simplemente no hay nada más excitante que ver gente envuelta en la creación de buenos productos. Eso es lo que me mueve».
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