El yate de los excesos donde Onassis se escapaba con Callas se alquila por 90.000 euros al día

Un buque de capricho. Construido por el astillero canadiense Vickers, el navío más grande de la época cautivó al magnate griego, que lo customizó hasta convertirlo en el charter más lujoso del mundo Una vía de escape. Para Aristóteles Onassis el barco era una mansión flotante en la que se escapaba del mundanal ruido para dar rienda suelta a sus deseos. Lo bautizó con el nombre de su hija «Christina O» Célebre entre la alta sociedad. Durante 20 años fue el rincón predilecto del magnate y sus excesos a bordo alimentaron innumerables páginas de la crónica social de la época Tripulación habitual. Desde Winston Churchill a la princesa Grace de Mónaco pasando por el expresidente de los Estados Unidos John Fitgerald Kennedy, entonces casado con quien sería la futura esposa del magnate, aunque por entonces solía coincidir con Marilyn Monroe durante las fiestas en alta mal. Aunque no siempre, porque Jackie Kennedy también visitaba el yate con frecuencia. Una de las invitadas más carismáticas era Eva Perón, a la que gustaba rodearse de los invitados más canallas: Elisabeth Taylor y Frank Sinatra Veinte años de placer. Las populares fiestas del magnate a bordo del navío se mantuvieron durante más de 20 años, navegó durante la década de 1950 y 1960 Christina Onassis. La desdichada hija del millonario no parecía tener demasiada vinculación con la que fue la segunda casa de su padre. Sólo tres años después de su muerte, en 1978, la donó al gobierno girego Resurrección. Durante más de 10 años lel barco cayó en desuso, lo que supuso un importante deterioro de sus instalaciones y mecánica. Presa de la nostalgia y consciente del potencial de la embarcación, un amigo cercano del viejo Onassis compró el yate y lo devolvió a la vida Totalmente renovado. El desgaste de sus instalaciones era notable, pero el nuevo propietario invirtió una importante suma de dinero en reformarlo por completo respetando el espíritu original de la embarcación, que fue testido de de la historia desde que la habitaron sus primeros tripulantes para recoger a los soldados tras el desembarco de Normandía el célebre Día D Interiores. Los espacios están perfectamente distribuidos y acabados con elementos nobles y muebles de diseño clásico. El barco, de 90 metros de eslora, puede navegar con hasta 157 personas más los 38 miembros de la tripulación Distribución. El yate se distribuye en 17 dormitorios en suite en las que cómodamente pueden alojarse 38 pasajeros. Cuenta con varios salones, discoteca, peluquería, spa con dos masajistas, zonas de entretenimiento, cine, enormes terrazas con vistas al océano, jacuzzi y una enorme piscina en la proa. La cubierta tiene espacio de sobra para establecer zonas de solarium y salones al aire libre Tarifas. Cada noche en el lujoso yate tiene un coste de 90.000 euros, eso sí, incluye a la tripulación. Alquilarlo por una semana ofrece una oferta más ventajosa: 480.000 euros