Ekranoplano, el híbrido entre barco y avión para viajes a toda velocidad

Para definir los ekranoplanos, la última revolución en el mundo del motor y el mar, habría que puntualizar que se trata de un medio de transporte a medio camino entre los aviones y los barcos que emplea lo mejor de cada uno para lograr el transporte de mercancías y pasajeros a una velocidad nunca vista. La empresa que encargada de llevar a cabo el proyecto es RDC Aqualines, que tiene entre manos dos prototipos, uno para 3 personas y otro para 12 -y otros 2 miembros de la tripulación- que está previsto que entren en funcionamiento en 2024.

El mecanismo de este tipo de embarcaciones está pensado para aprovechar el llamado ‘efecto suelo’ , que es el fenómeno aerodinámico que sucede en los vehículos que vuelan a una altura menor o aproximadamente igual a la mitad de su propia longitud. A esa altitud, se desarrolla un exceso de presión de aire entre el ala y la superficie, lo que crea una sustentación adicional y reduce la corriente descendente que permite un desplazamiento que supere los 100km/h (en el caso de los dos prototipos, está previsto que alcancen los 200 km/h).

El proceso de funcionamiento sería el siguiente: primero planeará como un bote para posteriormente desplegar un hidroala central que le permitirá despegar mientras que otros elementos como las aletas retráctiles harán que mejore su aerodinámica.

Dicho ekranoplano es impulsado por un motor en la parte trasera y dos más pequeños en la delantera y tiene una autonomía de 500 kilómetros, por lo que resultará muy útil para el transporte entre ciudades costeras, aunque también está previsto que se emplee en las operaciones de salvamento costero o simplemente para disfrutar de un paseo. El objetivo es que empiece a funcionar en Bayona (donde la compañía tiene una de sus sedes), Burdeos, Biarritz, Bilbao, San Sebastián y Santander.

En cuanto a su diseño, es bastante similar al de una avioneta pequeña, con dos filas de asientos y un pasillo central que permite que los pasajeros viajen muy cómodos. A diferencia de otras embarcaciones, no está pensado para que se realicen actividades en su interior como podría suceder en un yate o catamarán.

Si se parece más a un avión o un yate, si se observa con detenimiento las alas, hélices y su forma alargada hacen que se vea más como aeroplano.