Conor McGregor presume de Lamborghini acuático valorado en 3 millones de euros

La estrella de UFC –que pasará un largo tiempo sin pelear debido a la fractura de tibia que sufrió en su último combate con Poirier– ha compartido orgulloso en su cuenta de Instagram su última compra, un Tecnomar Lamborghini 63 valorado en 3,6 millones de dólares (unos 3 millones de euros).

El que es uno de los atletas mejor pagados del mundo se ha hecho con esta embarcación conocida como el supercoche del océano, un yate de 63 pies de eslora y 24 toneladas de peso nacido de la colaboración entre Lamborghini y el astillero italiano Sea Group . “Este yate representa la importancia de crear una asociación valiosa. Nuestra cooperación permite que la esencia del estilo y la experiencia de ambas organizaciones se transfiera a diferentes mundos, compartiendo su diversidad para interpretar y agregar valor al producto final en un nuevo entorno”, explicó, hace algunos meses, Stefano Domenic ali al presentarlo.

Este exquisito modelo está propulsado por un par de motores diésel MAN V-12 que producen 2.000 CV de fuerza cada uno, potencia que le permite alcanzar una velocidad máxima de 60 nudos , cifra que la convierte en una de las embarcaciones más rápidas de su tipo . Además, cuenta con las últimas novedades tecnológicas, asientos deportivos y una pantalla de control similar a la que usan estos coches italianos.

Dichas características recuerdan, directamente, a los modelos que salen de la fábrica de Sant’Agata Bolognese, pero aún hay más. Para empezar, su estructura es de fibra de carbono, el color del casco es del mismo verde que el Lamborghini Sian FKP 37, modelo en el que se inspira , y cuenta con ventanas angulares que recuerdan a la forma hexagonal –delantera y trasera– de estos vehículos. Por su parte, el timón se basa en el volante del Aventador .

El deportista ha tenido que esperar unos meses para recibir esta auténtica joya. McGregor hizo el pedido el pasado octubre y su modelo es el número 12 de los 63 que se fabricarán, cifra que conmemora el año en el que se fundó Lamborghini. Parece que el irlandés ha decidido darse este capricho para consolarse por el mal momento deportivo por el que atraviesa.