El increíble cambio físico del actor Can Yaman

Su trayectoria profesional se remonta a 2014, año en el que este artista turco decidió dar el salto a la interpretación y el modelaje tras acabar sus estudios de derecho. Su primer papel sería un secundario en la serie de televisión Gönül Isleri, ficción en la que trabajó durante un año. Aquí, el joven no lucía una larga melena, ni una barba tupida, sino pelo corto, barba de dos días y un cuerpo mucho menos fibrado.

Con el paso de los años, el actor fue endureciendo sus rasgos y ganando peso y músculo hasta convertirse en el sex symbol que ha revolucionado al mundo con su participación en las series Dolunay y Erkenci Kus.

Muy centrado en su trabajo, Can Yaman siempre busca tiempo para practicar todo tipo de deporte. “Cuidarme se ha convertido en mi filosofía de vida, estar en forma y comer bien son una prioridad para mí” confesó el artista a su paso por España.

Además de por su interpretación, el actor también destaca por su imponente físico, por lo que es consciente de la importancia que tiene mantenerse en buena forma.

Seguir una dieta equilibrada y controlada es fundamental para mantener la figura. En el caso de Yaman, su alimentación se basa en una dieta equilibrada de grasas, proteínas y carbohidratos . “Solo tengo una manía: todo lo que como tiene que estar rico y tener sabor. Por eso consumo desde especias como el comino a semillas como la linaza. Ajo para proteger mi sistema inmunológico, magnesio, omega 3, ginseng rojo, huevos y alcachofas son mis alimentos indispensables. Y para cuando tengo antojos, opto por plátanos, nueces y pancakes de harina de avena”.

En lo que a deporte respecta, practica artes marciales mixtas y, sobre todo, CrossFit . “Esta disciplina me aporta fuerza, flexibilidad y es una excelente manera de entrenar el cuerpo de manera integral”. De hecho, si chequeas su cuenta de Instagram –red en la que acumula casi 6 millones de seguidores–, entre sus espectaculares instantáneas encontrarás algún que otro vídeo practicando esta modalidad, así como boxeo y artes marciales. Su entrenador es Umut Duygu, una celebridad del deporte en el país otomano.

Es, precisamente, todo este duro trabajo que realiza cada día -durante al menos una hora y media-, lo que le permite seguir el ritmo de rodaje que conlleva una telenovela.