Cinco razones para hacer una escapada a Tenerife

La cocina canaria tiene grandes exponentes, y muchas jóvenes promesas que destacan por su control del producto y la técnica.

En Taste 1973, ubicado en el hotel Playa de las Américas de Tenerife, Diego Schattenhofer busca caminos innovadores que lo lleven, no obstante, a recuperar la tradición ancestral de la isla, sus sabores y sus materias primas autóctonas. Es cocina creativa de autor, con el mar como protagonista y el sur de Tenerife como territorio de referencia. Este restaurante tiene dos menús, Roque Guincho (90 euros por persona, sin bebida) y Roque de Arona Hío (117), y su gran cocina está a la vista de los comensales.

Hay más restaurantes que merece la pena conocer en este destino, como San Hô, de Adrián Bosch (mejor cocinero de Canarias en 2012) y Eduardo Domínguez (con el mismo título, pero en 2016), que ha recibido una estrella Michelin este año. Allí se hace cocina de base nikkei -japonesa y peruana- y está ubicado en Royal Hideaway Corales Resort, en La Caleta.

Otras opciones: El Silbo Gomero, de Braulio Simancas. Y para algo dulce, la creatividad de Laura Suárez en su Habatonka Factoría Dulce, en La Orotava.

Es el único cinco estrellas de Santa Cruz de Tenerife. Ubicado a un agradable paseo de diez minutos del centro y otro tanto del puerto, el hotel Iberostar Heritage Grand Mencey ofrece un alojamiento de categoría a la vez que discreto, confortable y tranquilo.

Ocupa un precioso palacete blanco de estilo tradicional canario y aunque tiene 70 años de historia está al día en decoración y servicios. Tiene spa, piscina, gimnasio, restaurante propio, jardín, un precioso patio interior y un desayuno buffet de primera, además de brunch los fines de semana.

Desde 152 euros la noche.

La Calabacera nació de una visión que tuvo Dulce Acevedo hace ya casi 20 años, cuando heredó un pequeño trozo de tierra en Guía de Isora y, en lugar de terminar su carrera de Farmacia, se lanzó a conquistar la huerta. Fue precursora en agricultura ecológica, y actualmente esta finca lo es al completo (tiene 150 mil metros cuadrados de cultivo certificado ecológico desde 2006), con varios hitos de innovación en pos de mantenerse fiel a esta filosofía.

En La Calabacera hay plátanos, su principal cultivo, pero también una gran variedad de frutas locales y verduras, que se venden en toda la isla. También elabora otros productos, como su kombucha Kombuchacho, en colaboración con el chef Eduardo Domínguez (el del estrella Michelin recomendado más arriba).

Hay visitas guiadas para entender el complejo y artesanal mundo del plátano canario, además de degustaciones.

Tenerife tiene dos planes visuales irrebatibles: el avistamiento de delfines y la observación de las estrellas. En toda la isla hay diferentes empresas especializadas que ofrecen ambas actividades, una en el agua y la otra en el Teide, su volcán de más de 3.700 metros de altitud.

El paseo en barco ocupa mínimo tres horas, las necesarias para abandonar el puerto de Tenerife rumbo a alta mar y buscar por allí a sus habitantes más majestuosos, delfines y ballenas. Hay distintas compañías que ofrecen este tour. Una de ellas es Freebird, que lo hace a bordo de catamaranes, con marineros y guías expertos y comprometida con la sostenibilidad del lugar. Cuenta con una excursión de tres horas por la zona de Costa Adeje, en el sur de Tenerife (41 euros), y otra de casi cinco horas a los acantilados de Los Gigantes y Masca (60 euros).

Para ver las estrellas, los guías especializados en astronomía suben por la noche al Teide, donde montan sus telescopios para observar el cielo mientras van guiando y explicando lo que se está viendo y por qué, un increíble manto de luces que resulta fascinante. Esta actividad dura unas dos horas y cuesta, en una de las empresas que lo hacen, Canarias Nature Guides, 90 euros por persona con recogida en el hotel (60 sin transporte).

El Hard Rock de Tenerife, ubicado en el sur de la isla, en Costa Adeje, cuenta con un Rock Spa, un centro de 'wellness' enfocado en la música. Allí se ofrece este verano el tratamiento 'Rythm and Motion' (solo disponible además en los Hard Rock de Ibiza y Marbella), una experiencia inmersiva que utiliza vibraciones, presiones y patrones amplificados como base.

Hay cuatro opciones: el masaje pulsante con banda sonora de grandes éxitos 'Synchronicity'; el facial de limpieza profunda e hidratación 'Smooth Operator'; el tratamiento con vibraciones y productos orgánicos 'Face the Music' y el más completo, 'Wrap Remix', que combina todo.

Precio desde 110 euros por persona.