Así viven en Dubái la cuarentena sin renunciar al lujo

Uno de los casos más llamativos lo encontramos en Dubái, la ciudad del lujo y la ostentación por excelencia. Según datos publicados por el informe del Censo de multimilonarios Wealth-19 , se encuentra entre las 15 ciudades más ricas del mundo, de ahí que no sea de extrañar que la demanda de productos presente diferencias. Desde que se decretase el estado de alarma, la capital de los Emiratos Árabes Unidos ha restringido las salidas, pero eso no impide que los que más tienen renuncien a sus comodidades.

Uno de los ejemplos más llamativos lo encontramos en los objetos más demandados en la red de delivery como Deliveroo o Cafu (una de las petrolíferas clave en el país), cuyos empleados -normalmente inmigrantes con salarios muy bajos- explican que durante estas semanas están afrontando pedidos de lo más peculiares: destacan las barras de agua para enfriar las piscinas , dulces y tés recién preparados además de gasolina. Por extraño que parezca los carburantes siguen siendo muy demandados aunque apenas haya desplazamientos. A la hora de llenar los depósitos de los coches el cliente solo tiene que dejarlo abierto y la empresa se encarga de trasladarlo y depositarlo en el vehículo.

Según declaran estos trabajadores a diversos medios, también llama la atención el alto consumo de alcohol, que en el caso de los ciudadanos árabes exige un permiso especial mientras que los extranjeros lo pueden demandar sin problema. Dejando a un lado los excesos el mundo del fitness también vive un gran auge, especialmente los gimnasios puesto que allí aunque estén cerrados, se ofrece la posibilidad de alquilar muchas de las máquinas y que te las lleven a casa estas mismas empresas de entrega.

Y hablando de excentricidades, para aquellos que seguían queriendo recibir a gente en sus hogares, se ofrecían unas habitaciones acristaladas que se instalaban de manera independiente en las casas y que incluían un sistema de climatización cuyo precio rondaba los 25.000 euros. Sin embargo, desde hace una semana se han endurecido las medidas y ahora los ciudadanos deben solicitar con antelación un permiso a la policía para salir de casa, así que, probablemente este negocio no esté resultando muy rentable.

Todavía sin fecha para el fin de su cuarentena, no hay que olvidar tampoco cómo grandes hoteles de lujo , como por ejemplo el Palazzo Versace, se han acondicionado para que quien lo desee pase el aislamiento en ellos. Aunque las piscinas, restaurantes y gimnasios estén cerrados, se asegura a los clientes que podrán disfrutar de los mismos platos en sus habitaciones.