La patata de un millón de euros

"Veo puntos en común entre los seres humanos y las patatas . Ellas hablan de nuestra relación como individuos dentro de una especie colectiva", explicó el fotógrafo, que también apuntó que "en general, la vida de una patata cosechada es violenta y se da por sentada", un claro paralelismo, según el artista, con la vida de las personas.

Ante el objetivo de Abosch posaron celebridades de la talla de Malala Yousafza, Yoko Ono, Steven Spielberg o Johnny Depp , el retrato de este último catapultó el nombre del fotógrafo, que tuvo la suerte de retratar al protagonista de "Piratas del Caribe" en el pico más alto de su popularidad.

El cache del artista suele rondar el medio millón de dólares , pero la fotografía del tubérculo supuso un punto de inflexión en su carrera. Como la mayor parte de las situaciones extraordinarias que se producen en la vida, fue el fruto de una casualidad.

Un empresario europeo visitó la casa de Dublín del fotógrafo, decorada con un Potato #345 de 1,5 x 1,5 metros . Aunque pertenecía a la colección privada del artista, el millonario se encaprichó con ella y su terquedad minó la negativa de Abosch, que accedió a vender su foto por 1 millón de euros.

El artista se quedó con una copia de menor tamaño de la instantánea del tubérculo y el Museo de Arte Contemporáneo Novi Sad en Serbia con una de tamaño inferior.

En uno de sus últimos proyectos ha ido de la mano de Samsung colaborando en el desarrollo de su modelo OnePLus 6T . El fotógrafo confiesa que, como casi todo el mundo, él también captura la mayor parte de sus sus instantáneas con el teléfono móvil. Admite que el desarrollo de los smartphones los han convertido en cámaras de fotos desde las que se puede llamar.

Kevin Abosch ocupa hoy en día su tiempo en convertir su propia sangre en criptomoneda . Desde el blockchain de Ethereum creó 1o millones de obras de arte virtuales ERC-20. Hizo un sello con los 42 símbolos alfanuméricos de su contrato blockchain, se sacó sangre y la estampó en 100 hojas de papel . El resultado llama "I AM A COIN" (soy una moneda) .

La originalidad de sus obras y el éxito cosechado encajonan al fotógrafo en la exquisita alacena de los artistas controvertidos. Sus vecinos en esta categoría son Damien Hirst , cuya obra "La imposibilidad física de la muerte en la mente del vivo" presenta el cadáver de un escualo partido en tres piezas sumergidas en formol dentro de una vitrina de vidrio. Un coleccionista la adquirió por 10 millones de euros y hoy se exhibe en el hotel más caro de Las Vegas, donde se encuentra la suite más cara del mundo . Hirst es uno de los artistas más cotizados de la década de 1990.

Marcel Duchamp tituló como "La Fuente" (1917) a su obra más polémica. Criticada por la academia y alabada por los coleccionistas de arte, la pieza no era más que un urinario de porcelana robado por el artista. Se convirtió en la obra más influyente del S.XX .

Una de las obras más icónicas y discutidas de todos los tiempos fue "Mierda de Artista", de Piero Manzoni . Es una lata que contiene, supuestamente, lo que anuncia su título. Produjo mucho rechazo pero se convirtió en un icono del Arte Contemporáneo . El autor criticaba precisamente la excesiva mercantilización y especulación en el mercado del arte. La escatológica lata se exhibió en centros tan representativos como el Museu d’Art Contemporani de Barcelona , el Georges Pompidou de París , la TATE Gallery de Londres y el MOMA de Nueva York . Se vendió por última vez por 270.000 euros .