Ocio
El club exclusivo que permite ver La Gioconda en soledad
Cinco miembros del Only You Privilege DS y sus acompañantes viven en el Louvre una experiencia reservada para unos pocos elegidos
M. TRIGUEROS RODRÍGUEZ
Situarte a solas frente a la Gioconda y mirar directamente a los ojos a la protagonista del cuadro más famoso de Leonardo Da Vinci es un privilegio que parece más propio de la película ‘El código Da Vinci’ que de la vida real. ... París es una ciudad en la que el bullicio es constante. Un bullicio que en el entorno del museo de E l Louvre se intensifica especialmente durante las horas del día. Por esta razón, conseguir emular en la vida real a Tom Hanks en la versión cinematográfica del libro de Don Brown parece una misión imposible.
En la película, Hanks sale del hotel Louvre y se dirige en mitad de la noche hacia la explanada del museo, donde está la inmensa pirámide de cristal que da acceso al recinto. En el interior solo le acompañan las sombras de su figura pasando por las salas. Asciende la escalera hacia la Victoria de Samotracia y, tras atravesar un largo pasillo, llega a la sala de los Estados donde se expone el cuadro más famoso del Louvre: La Gioconda .
El sueño de poder contemplar sin empujones la célebre sonrisa enigmática de la Mona Lisa, más allá de ficciones cinematográficas, lo han podido cumplir diez españoles pertenecientes al exclusivo Club Only You Privilege que ha creado la marca DS Automobiles para sus clientes. Ningún otro fabricante de coches tiene algo similar para premiar a sus clientes y hacerles sentir especiales con experiencias más allá del disfrute del vehículo.
A principios de octubre se abría en la web de los socios del club Only You Privilege una oferta que, como diría Marlon Brando en la célebre cinta ‘El Padrino’, “nadie podrá rechazar”. Se trata de una experiencia única . Consistía en dos noches en un hotel cinco estrellas en el centro de París, a escasos metros del museo del Louvre, una cena en un restaurante exclusivo y la visita privada con guía a la pinacoteca francesa fuera del horario del público. Los clientes sólo tenían que pagar 200 euros por cabeza y hacerse cargo del viaje a París. En menos de un cuarto de hora estaban asignadas las cinco plazas dobles disponibles.
El viernes 4 de noviembre comenzaba la experiencia desde el momento en que los socios del club llegaban al aeropuerto de París. En la puerta les esperaba un chófer al volante de una berlina DS 9 para trasladarlos hasta el lujoso hotel du Louvre y disfrutar de París.
El plato fuerte de la experiencia llegaba el sábado por la tarde a partir de las 18,30 horas, cuando las puertas del museo se cierran al público. Un reciento al que diariamente acuden una media de 40.000 personas para contemplar sus tesoros. El punto de reunión es la Pirámide de cristal del Louvre , que fue diseñada por el arquitecto chino-estadounidense Leoh Ming Pei, y que vista en la distancia parece que flota sobre el suelo de la plaza.
El museo está en penumbra, apenas se ve algún visitante rezagado que emprende camino hacia la salida ante la mirada inquisidora de los guardias del recinto. El grupo de los elegidos por DS inicia su visita por la sala que alberga una colección de esculturas helenísticas entre las que destaca el Gladiador Borghese, una figura de mármol pentélico realizada en el siglo I a. C por Agasio de Éfeso (también conocido como Agasias), quien firmó la obra en el tronco del árbol donde se apoya el guerrero.
Al fondo de la sala arranca la gran escalinata que lleva hacia la Victoria alada de Samotracia que posiblemente sea la escultura más icónica del Louvre. Su descubrimiento se realizó a finales del s. XIX en la isla de Samotracia (Grecia) y se cree que fue esculpida hacia el 190 a. C. Esculpida en mármol y con una imponente altura de 2,75 m, la figura representa a Niké, la diosa de la victoria. Mientras se asciende hacia la mole de mármol, los pasos de los visitantes retumban. El guía explica que su autor es un artista anónimo (quizá Pithókritos de Rodas) perteneciente a la escuela rodia, enmarcada en el período helenístico griego y que probablemente sirvió para conmemorar los éxitos bélicos de los antigónidas frente a los seléucidas. Impresiona la calidad artística y técnica, especialmente de los ropajes pegados al cuerpo, que proyectan una imagen de ropa mojada o movida por el viento.
Tras rebasar la Victoria se pasa a la Galería de Apolo , uno de los lugares más emblemáticos del Louvre, donde se exhiben las Joyas de la Corona de Francia donde destaca de forma especial el ‘Diamante Regente’, era el más grande conocido en Europa y tiene el “tamaño de una ciruela”, según las memorias del duque de Saint-Simon.
Los miembros del Club Only You Privilege de DS, hasta ese momento, no eran conscientes de estar contemplando prácticamente solos las obras de arte , sin tener que sacar los codos en medio de los 40.000 visitantes diarios que llenan sus salas. Pero al entrar en el salón de los Estados empiezan a tener una pequeña idea. Frente al pequeño cuadro de La Gioconda (solo mide 77x53 centímetros) hay un largo laberinto de cintas elásticas de color negro, al modo de las zonas de facturación en los aeropuertos, para organizar la circulación del público y evitar las aglomeraciones.
Lo que para un visitante normal puede ser una larga espera de más de media hora hasta llegar frente a la enigmática sonrisa de La Gioconda , en este caso se limita al tiempo que tardas en recorrer los casi cuarenta metros que separan la entrada hasta la barra que obliga a mantener la distancia a los visitantes
En esta sala también están expuestas otras obras muy conocidas de la escuela veneciana, entre ellas ‘Las bodas de Caná’ del Veronés, un cuadro de unas dimensiones colosales (6,69 x 9,90 metros), que a los ojos de los visitantes es transparente porque todos se vuelven en busca de la Mona Lisa.
Tras un recorrido en solitario de casi dos horas por el interior del Louvre los diez invitados por el Club Only You Privilege de DS abandonan el museo y pasean junto al río Sena hacia uno de los restaurantes de moda de la capital francesa, Le Tout-Paris , que está situado en la azotea del hotel Cheval Blanc . Desde sus cristaleras hay unas impresionantes vistas panorámicas al Sena, con la torre Eiffel al fondo lanzando un haz de luz a modo de faro.
La experiencia terminó el domingo 6 de noviembre, cuando de nuevo un chófer recoge a los afortunados en un DS 9 para llevarlos al aeropuerto.
Para poder acceder a este tipo de experiencias hay que formar parte del Club Only You Privilege y para ello hay que ser cliente de DS Automobiles . En el momento que adquieres uno de los modelos –la gama está formada por el DS 3, DS 4, DS 7 y DS 9)- entras a formar parte de este colectivo durante tres años y te da la llave para disfrutar de experiencias exclusivas
Más allá de la atención postventa a través de una amplia red con cuarenta concesionarios que DS tiene en España hay un buen número de ofertas exclusivas de ocio. Los miembros del Club tienen acceso ofertas como la visita al Louvre o a restaurantes con estrellas Michelin , a los que se puede acudir por un precio muy asequible. Entre los prestigiosos locales están el Cenador de Amós (Cantabria), con tres estrellas; El Poblet (Valencia), dos estrellas; y Abantal (Sevilla), Ricardo Sanz (Wellington Madrid), Xerta Restaurant (Barcelona) y Casa Solla (Pontevedra), con una estrella. Otra opción es visitar el Pueblo Astur (Asturias) o visitas privadas al Museo Thyssen (Madrid).
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