Cascais, bienestar completo allí donde termina Europa

Tras la crisis económica, Portugal ha recuperado parte de su autoestima. Las intervenciones y las «multas» procedentes de Europa empiezan a ser un recuerdo lejano en las principales ciudades, y las fortunas del país trabajan para volver a lo que fueron. Una de ellas, la familia Champalimaud , tiene al sur del Parque Natural de Sintra-Cascais el The Oitavos , un hotel de lujo que podría ser bandera de todo aquello que Portugal ofrece a los visitantes: tranquilidad y exclusividad sin renunciar a una agenda repleta de alicientes.

Llegar a Cascais desde Madrid no supone mucho tiempo. Algo menos de una hora de vuelo a Lisboa (que se recupera con el cambio horario) y unos 25 minutos de coche. Al sur del parque natural, casi escondido entre los árboles, aparece este hotel de propuesta minimalista hasta el extremo. Un estilo pensado para el cliente centroeuropeo y que supone un contrapeso para el entorno de naturaleza abundante que tiene alrededor.

Al hotel hay que reconocerle que entra por los cinco sentidos. The Oitavos cuenta con 142 habitaciones divididas en 14 pequeñas en la planta baja, 126 lofts (de no menos de 64 metros cuadrados), dos suites, y una villa privada protegida por las dunas de su campo de golf. Dicha villa cuenta con piscina propia y mayordomo privado para que esa exclusividad no derive en aislamiento, a razón de 1.400 euros la noche. Las habitaciones estándar son más económicas.

Por la vista destaca el paisaje, con las terrazas orientadas al mar o al campo de golf. Además, la familia Champalimaud tiene por costumbre exponer obras de artistas emergentes del país por el hall y los pasillos, que son de una amplitud inusual.

La playa más próxima es Praia do Guincho , un arenal frecuentado sobre todo por aficionados al surf y en el que las dunas están protegidas (y valladas) como parte del parque natural. Para llegar hasta allí, el hotel pone a disposición de los clientes bicicletas eléctricas y pequeños «scooters» también eléctricos.

Sin apenas salir de los dominios del The Oitavos también se puede visitar el centro ecuestre Quinta da Marinha , a donde se puede llegar con los «buggies» del hotel. En Quinta da Marinha ofrecen desde clases de equitación a exhibiciones de doma, saltos y polo.

Volviendo a Cascais , por el oído entra el festival de jazz que cada verano llena las noches de la ciudad. Por allí pasaron este mes de julio Jamie Cullum , Diana Krall , Tom Jones o Jessie J, entre otros. Además, si nos referimos de nuevo a The Oitavos, el oído se acostumbra al silencio de un lugar que, por muy concurrido que pueda estar, resulta apacible como una biblioteca.

Una de las cosas que el hotel vigila mucho es su oferta gastronómica. A todos nos ha ocurrido pasar una semana en el mismo sitio y acabar comiendo siempre lo mismo, ya sea por torpeza propia o por falta de imaginación del hotel. Para evitar esto, The Oitavos cuenta con cuatro restaurantes diferenciados, con cocinas y cartas independientes. Tiene uno, el principal, situado en el hall del hotel; otro en la terraza, otro en el club de golf y otro japonés, de taburetes altos, donde toda la cocina es en vivo para no perder detalle de su elaboración.

Además, si se reserva con el tiempo suficiente, el hotel ofrece lo que llaman « Le Diner du Chef », un menú degustación servido dentro de la propia cocina a cargo de Cyril Devilliers , un cocinero de conversación agradable que explica cada plato con ilusión verdadera.

El hotel pone mucha esmero en la atención a la hora de las comidas. Habrá a quien le parezca anacrónico –de hecho, cada vez menos restaurantes lo hacen–, pero que sirvan las bebidas antes a las mujeres que a los hombres, además de elegante, es señal inequívoca de que se lo toman muy en serio.

Por el tacto entran los cuidados del spa , donde cuentan con una amplia carta de masajes y atenciones, todo situado al lado del gimnasio y de un coqueto balneario con vistas al exterior. Y por el olfato, los vinos de la familia Champalimaud, una dinastía que ha encontrado en su hotel y en su bodega la manera de recuperar el poderío familiar. No obstante, la suya es una de las principales fortunas de un país que cada vez figura más alto en la lista de destinos más buscados por los españoles. Este verano, según el comparador de vuelos jetcost.es, Lisboa aparece ya en el puesto 18, por delante incluso de la isla de Ibiza.