El envidiable hotel boutique donde Froilán está pasando la cuarentena

Froilán y la cuarentena envidiable. Durante los últimos meses Felipe Froilán de Marichalar y Borbón ha estado más desaparecido que de costumbre del ojo público debido a su mudanza a Londres, donde se encontraba realizando unas prácticas. Sin embargo, la crisis del coronavirus lo hizo volver a España un día antes de que se decretase el estado de alarma. Lejos de confinarse en casa con su madre y su hermana, el cuarto en la línea de sucesión se desplazó hasta málaga para pasar la cuarentena junto a uno de sus amigos íntimos, Andrés Parladé Tassara en un enclave envidiable que mostramos a continuación. Un enclave paradisíaco. El sobrino de Felipe VI se aloja en un cortijo del decorador Jaime Paradé construido en 1850 y ubicado en la localidad malagueña de Benahadís. La propiedad se encuentra situada en un terreno de 20 hectáreas con vistas envidiables a la sierra de Ronda y el mar Mediterráneo. A medio camino entre el mar y la montaña. La casa lleva tres años siendo explotada como un Hotel Boutique, o lo que es lo mismo, un espacio mucho más íntimo cargado de lujos bajo el concepto “adults only” (o lo que es lo mismo, que prohíbe la entrada de niños). Rincones con encanto. El Alcuzcuz Hotel Boutique consta de 6 habitaciones dobles y ofrece en su web toda la información acerca de las reservas, donde el precio oscila entre los 200 y 300 euros la noche. Vistas de película. Uno de sus puntos fuertes son las vistas y múltiples rincones en los jardines en los que poder relajarse y disfrutar de la naturaleza. Piscina de agua salada. La propiedad cuenta además con una gran piscina situada en un punto estratégico del jardín ya que recibe gran cantidad de horas de sol al día. Habitaciones temáticas. Además de los 6 dormitorios de tipo suite, posee también 2 casas independientes, con salón y una pequeña cocina propia para aquellos que buscan una mayor independencia. Decoración cuidada al detalle. Cada habitación posee una temática distinta que hace gala de su nombre: la capilla, la higuera, el patio, las colmenas, el marqués. Aunque diferentes, todas cuentan con una decoración cuidada al detalle. Amplios salones. Los amplios salones además de resultar de lo más acogedores cuentan con un mobiliario en el que no faltan las piezas de anticuario y obras de arte. Otro de los puntos clave son los vivos colores de sus paredes que lo rinden todavía más especial. Jardines y patios con personalidad. En los patios encontramos diversos cenadores y porches con amplias mesas y cómodos sofás. Mezclas decorativas. No faltan los rincones con encanto en los que perderse tanto en el exterior como el interior de la casa. Altas dosis de color. El aire rústico impregna cada una de las estancias, donde no faltan las altas dosis de color y la inspiración árabe. Vasta vegetación. Su situación estratégica, entre el mar y la montaña hace que tenga una vasta vegetación que le confiere un toque todavía más íntimo. El terreno está ordenado en bancales, a los que se accede a través de sinuosos senderos que desembocan en plazoletas y rincones umbríos con esculturas. Salón y baño propios. Todas las estancias cuentan con camas de matrimonio, un pequeño salón y baño propio además de todo tipo de detalles. Paz y serenidad. Incluso los baños poseen un aire recio además de transmitir mucha paz y serenidad. Pinceladas árabes. Los dormitorios tienen una extensión que va de los 30 a los 70 metros cuadrados y todos ellos con vistas al huerto, al campo y al patio del tilo. Una cuarentena de lujo. No hay duda de que en este remanso de paz, Froilán estará disfrutando al máximo de la cuarentena.