Duarte, moda inteligente y sin límites de género

¿Desde cuándo lleva en esto de la moda?

Por increíble que parezca soy economista, tras 8 años trabajando como consultor, conocí a mi gran amigo y maestro Ángel Schlesser y cambié de vida. Trabajé con él durante 14 años, fue mi gran aprendizaje. Con él me di cuenta de que la moda es exactamente una industria como lo puede ser cualquier otra, con los mismos retos y dificultades. La formación empresarial me ha ayudado mucho y en gran parte es la razón de que en tan poco tiempo hayamos llegado donde estamos. Tú puedes hacer prendas maravillosas pero si no sabes comercializarlo, es imposible triunfar.

¿Qué tal ha ido su regreso a la pasarela MBFWMadrid?

Estamos de resaca de desfile. Muy contentos. Hemos conseguido poner sobre la pasarela la idea que queríamos transmitir al público. Esta última colección es un homenaje a algo tan cercano como es nuestra cultura mediterránea.

Pero, ¿realmente la ropa de la pasarela sale a la calle?

Lo que hacemos en Duarte es moda ponible, actual, aquello que puede gustar a la gente en cualquier lugar del mundo. Nuestra firma tiene presencia en Europa, Asia, América… Desde el principio tomamos la decisión de ser una marca española en el mundo, los alemanes fueron los primeros que se dejaron atraer.

Y además apuestan por la sostenibilidad…

Para nosotros es una responsabilidad y lo tomamos muy en serio. El 70% de nuestros tejidos son sostenibles, pero es mucho más que eso. Dónde fabricamos, cómo lo hacemos… hay que tener en cuenta muchos factores. Creo que debemos aprender a comprar y apostar por la calidad y no por la cantidad. No hace falta comprar muchas prendas para vestir bien.

¿Qué identifica realmente a una sastrería de calidad?

Hasta hace unos años, ponerse un traje significaba ir a una boda o a trabajar. La sastrería de Duarte se diferencia sin duda por patrones muy cuidados y una excelente confección que incluye innovadoras técnicas de tejido. Sastrería tradicional pero con un toque versátil y cosmopolita. Lo importante es que el traje te haga sentir bien, romper barreras y llevarlo cuando te apetezca. Nosotros proponemos trajes que valen para cualquier lugar y momento.

¿El traje hace al hombre o el hombre hace al traje?

Sin duda el hombre hace al traje. No hay nada más maravilloso que llevar un traje bien hecho, que te siente bien y estar seguro de ti mismo.

¿Cómo debe vestirse un hombre elegante?

Creo que los hombres deberían arriesgar más, aunque ya arriesgan más que antes. Lo más importante es ser fiel a su estilo sin olvidar las tendencias. Estar cómodo y sentirse seguro con la ropa que llevas puesta. Al fin y al cabo no es más que eso, ropa. Y en el caso de nuestra firma, ropa pensada para hacerte sentir bien.

¿Cuál es la clave de su éxito?

La perseverancia, la tenacidad, hay que trabajar mucho. El no venirte abajo con un revés. Esto solo es una industria más, ni mejor ni peor que otras. Los desfiles son 10 minutos cada 6 meses, todo lo demás no tiene glamour.

¿Qué ha sido lo más complicado de su trayectoria?

Hay varias cosas, pero quizás lo más difícil es posicionar tu marca. No solo darla a conocer sino hacer que el público compre tu moda. Ahí está la clave y por eso tantas marcas terminan desapareciendo. Lo más difícil es conseguir que tu idea se venda, que aquello que a ti te gusta le guste también a muchos.

Y, ¿lo más satisfactorio?

Sin duda, ir por la calle y ver a alguien vestido con tus prendas. La primera vez que me pasó no podía dejar de mirar al señor, finalmente terminé saludándole y la verdad es que fue un momento maravilloso, muy satisfactorio.

¿Cómo ve el futuro de la moda?

Apostamos por una moda más inteligente, por una compra más pensada que impulsiva. Para ello necesitamos ofrecer un producto atractivo, duradero y exclusivo. Creemos y esperamos que el consumidor aprenda a valorar la importancia del buen hacer.