Cinco buenos restaurantes de Madrid para una comida de trabajo

Es una sala de estilo clásico y elegante, de ambiente reservado y cocina de primera categoría. Y ubicado en Castellana norte, con lo que eso supone de facilidad para llegar a la comida de negocios evitando los peores atascos del centro. Pero además hay parking de dos horas gratuito incluido en la reserva de una mesa. El madrileño Amós del chef Jesús Sánchez, que tiene tres estrellas Michelin en su Cenador de Amós en Cantabria, ofrece una cocina de su tierra, una oda al mar y a la huerta con productos de calidad y el arte que el cocinero y su equipo, con Mauro García Lamas al frente, saben ofrecer al comensal.

Detalle: hay que pedir platos de cuchara. Además de excelentes, las soperas y legumbreras de plata en las que se sirven proceden de los fondos del hotel, recuperados en la renovación reciente que ha sufrido. Tienen de media 50 años, fueron fabricadas por Meneses Orfebres, que trabajaban para la Casa Real, y son de esa vajilla que ya no hay.

Menú: De lunes a viernes hay menú por 57 euros sin bebida. También se puede comer a la carta.

Dónde: Paseo de la Castellana, 22, Madrid. Web.

Comer en La Borda del Mentidero, en Las Tablas, a un paso de La Moraleja y muy bien comunicado por M30 y M40, puede ser el escenario perfecto para una charla de negocios distendida y diferente, en un entorno agradable y relajante conformado por el verde del exterior y la madera y los cristales del espacioso interior con ciertos aires de montaña. La cocina que ofrecen en este local los propietarios del Grupo mentidero, Borja Anabitarte y Lara Alonso del Cid, tiene como pilares los sabores, las brasas y el buen producto, pero también la experiencia, que se enhebra con las recetas escogidas y la presentación, como es el caso de su original solomillo envuelto en trapo, por ejemplo.

Detalle: La Borda tiene terrazas exteriores para aprovechar el buen tiempo, pero también áreas más reservadas dentro. Aparcar allí no es problema. Hay que probar sus carnes, sus tacos y sus aperitivos.

Carta: el ticket medio es de 60 euros.

Dónde: Ronda de la Comunicación, 3, Madrid. Web.

Subirse a la última planta del Four Seasons para comer puede ser un puntazo que cause impacto en una comida con socios, colegas, clientes o proveedores. Es el hotel de lujo más puntero de la ciudad, está en el corazón de la villa, tiene grandes vistas de ella y aloja la propuesta más sexy del chef marbellí Dani García en Madrid, su Dani Brasserie. Allí se puede probar su famoso tomate nitrogenado o su increíble hamburguesa, en una sala amplia de decoración afrancesada que resulta muy cosmopolita y brinda, además, un verdadero servicio de altura.

Detalle: este restaurante, además de su cocina con aires andaluces, ofrece desayuno y este es el secreto mejor guardado de la ciudad: reunirse a primera hora a tomar el café y la exquisita variedad de dulce y salado, o por qué no el cava, mirando el 'skyline', es toda una experiencia.

El menú: Aunque se puede comer a la carta, el restaurante acaba de estrenar su menú de mediodía, de lunes a viernes, por 45 euros, en el que cada temporada se renovarán los platos, que incluirán novedades y los emblemáticos del chef.

Dónde: Séptima planta del hotel Four Seasons, C/de Sevilla, 3, Madrid. Web

La historia gastronómica de Madrid está hecha de lugares con alcurnia y largos años de experiencia, que han visto pasar por sus barras y sus mesas tanto a vecinos como a ilustres durante décadas. Uno de ellos es Mazarino, un bar de estilo inglés ubicado en el barrio de Chamberí desde hace medio siglo, refugio de muchos que allí se han tomado sus copas y sus menús, sus tapas y sus cervezas. El restaurante ha reabierto tras haber sufrido una renovación completa, que sin embargo no le ha restado carácter ni prestancia, ni sus aires a los años 70, ni tampoco ha retirado de su sala a los profesionales de siempre, algo que se agradece. Para una comida de trabajo por la zona y con quienes aprecian el ser madrileño, es el sitio a reservar.

Detalle: es un lugar perfecto para comer a mediodía, dentro o en terraza, o tomarse un aperitivo para un encuentro más breve. Arriba tiene una pequeña sala con unas pocas mesas, un espacio aún más discreto o perfecto para un grupo grande.

Menú: además de su completo menú ejecutivo de mediodía de lunes a viernes, por 25 euros, los miércoles sirve su tradicional cocido, al estilo madrileño con dos vuelcos.

Dónde: Paseo de Eduardo Dato, 13, Madrid. Web.

En la misma Casa de México en Madrid está el restaurante Puntarena, el de más categoría de la ciudad dedicado a los platos de mar aztecas. En una gran sala de estilo clásico, con barra al inicio y distintos ambientes, se lucen en ella los mariscos, los pescados y también sus entrantes y aperitivos, tanto en presentación como en sabores. Una comida aquí es un viaje sin salir de Madrid, que puede ser un descubrimiento para muchos y en una ubicación céntrica -Chamberí- pero sin meterse en el caso histórico.

Detalle: se puede comer dentro o en sus dos terrazas interiores, verdaderos jardines secretos, si hace buen tiempo. Y si la reunión de trabajo va bien, tomarse un cóctel -hay una buena carta de coctelería- para rematar el encuentro.

Carta: en este lugar hay que dejarse llevar por los sabores y las recetas más originales de México. La comida es un descubrimiento de matices, ingredientes y materias primas. Para marcarse un tanto, pedir su pescado del día con mantequilla y alcaparras, o la especialidad de la casa, el pescado a la talla. Para romper el hielo, sus tortillas.

Dónde: C/de Alberto Aguilera, 20, Madrid. Web.

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