5 reglas para elegir el traje del novio en una boda

Por eso, antes de sumergirte en un mar de opciones infinitas, déjanos que te demos cinco pistas que te ayudarán a concretar el estilismo que mejor se adecúa a ti. Y no olvides que el mayor error que puede cometer un novio al elegir un traje es optar por uno que no sea fiel a su personalidad. El objetivo no puede ser otro que no sea el de mostrar tu mejor versión.

Es la casilla de salida antes de comenzar el juego de búsqueda del look más adecuado para una ocasión tan especial. Es lo primero que deben definir los novios porque de esto dependerá también las prendas que escogerán los invitados.

¿Cómo se determina? Teniendo en cuenta todos los factores que intervienen en la boda: la época del año en la que se ha establecido la fecha, si es una celebración de día o de tarde, si se trata de una ceremonia civil o religiosa, el lugar en el que vaya a tener lugar el convite... todo importa en un evento a la hora de marcar el dress code. Será la única forma de evitar que la elección parezca desubicada.

Una vez recopilados todos los factores relevantes antes de decantarte por un tipo de atuendo u otro, toca decidir si prefieres comprar, alquilar o directamente tomar prestado de alguien de confianza lo que vas a ponerte.

Aquí interviene el presupuesto que te hayas marcado y la utilidad que pretendas darle después a tu elección. Si no vas a poder ofrecer a la prenda una segunda vida, quizá no sea lo mejor gastarse demasiado y sea preferible pagar por tenerlo simplemente unas horas. Si, por el contrario, pretendes sacarle el máximo partido, lo mejor es que hagas una buena inversión.

El tercer punto importante es evitar a toda costa el efecto disfraz. Es cierto que es una ocasión en la vida y que el cuerpo te pide salir de lo rutinario de tu armario, pero una cosa es buscar algo diferente a lo del día a día y otra cosa es pasarse de original.

El objetivo es encontrar algo con lo que te sientas cómodo, que te veas favorecido y, sobre todo, que sea fiel reflejo de tu personalidad, que no dejes de ser tú en ningún momento. Esto es algo aplicable siempre porque es la mejor manera de sentirse bien, más aún cuando estamos hablando de un día en el que todos los ojos estarán puestos sobre ti.

Ya sea un traje clásico comprado, un chaqué alquilado o algún dos piezas de estilo contemporáneo hecho a medida lo que tengas en mente lucir el día de tu boda, es imprescindible que ofrezca un ajuste perfecto.

Cualquier prenda por la que te decantes necesita ser adaptada a tu cuerpo para que no haya lugar a antiestéticas bolsas, tiranteces o arrugas de ningún tipo. De hecho, no olvides probártelo unos días antes de la boda para garantizar que ese acoplamiento está adecuado a tu estado físico.

Lo último en lo que fijarse es el compendio de complementos, pero no por ello debe quedar en el olvido. Cada uno de los detalles es relevante, lo que significa que hay que prestar especial atención una vez que se tenga decidido el elemento principal.

Desde los zapatos –busca que además de elegantes sean cómodos para poder aguantar con ellos toda la jornada– hasta los gemelos, pasando por la corbata, corbatín o pajarita, el prendido, las joyas... todo debe buscar una armonía con las prendas y el estilo de boda para así elaborar un estilismo adecuado.

Con estas reglas claras, dar el siguiente paso para determinar el estilo, el tejido, el color y el diseño que buscas para tu boda resultará mucho más sencillo de lo que esperas.