La norma de estilo de los influencers que refinará tu look en segundos

De repente, el siglo XXI ha viajado a sus recuerdos del pasado , cuando por mucho que la moda masculina fuera perdiendo rigidez -algo que ocurrió de forma paulatina en la segunda mitad del siglo XX- era casi impensable salir a la calle sin meterse por dentro del pantalón cualquier prenda que hiciera las veces de primera o segunda capa, ya fuera, según la época, un polo, una camiseta o una camisa.

En realidad, todo empezó con las camisetas, a las que se encontró esta fórmula para darles no solo un aire vintage muy atractivo, sino también más formal dentro de lo que cabe. Al llevarlas por dentro, de repente, las camisetas básicas parecen haber conseguido encontrar la fórmula para ampliar todavía más su omnipresencia en la moda masculina , y es que de esta manera encajan también con prendas que no sean vaqueros o joggers. Era cuestión de tiempo que ocurriera lo mismo con las camisas informales -dejamos a un lado las de traje, que nunca escaparon del pantalón salvo excepciones contadas-, y ese momento ha llegado gracias a que los influencers y las firmas low cost parecen estar convencidas a seguir la tendencia marcada por las firmas de lujo en esta dirección.

Son altavoces decisivos sobre todo los primeros porque es el nexo entre los dos universos de la industria, el del lujo y el urbano. Y ellos tienen claro que, efectivamente, toca relajarnos e inspirarnos en nuestras generaciones pasadas a la hora de lucir la camisa este otoño. El estilo es claro y no deja mucho margen para explorar distintas opciones: se llevan las camisas holgadas, como las que ya han proliferado este pasado verano, aunque entonces se lucieron sobre todo por fuera del pantalón, como sobrecamisa. Ahora, aprovechando que el clima invita a ello, ocultan su parte baja por dentro del pantalón y tan solo se puede jugar un poco con el diseño, lisas o estampadas, y sobre todo con la forma de llevarla.

En este sentido, aunque pueda parecer que apenas hay margen para ser original, sí que puedes probar distintas alternativas para lucirla recogida por dentro del pantalón. La más sencilla, la clásica, con los botones superiores desabrochados y en combinación con unos pantalones rectos y holgados, o con unos jeans. Johannes Huebl, Mariano Di Vaio y David Gandy nos han dado distintas pistas, entre otros de cómo hacerlo.

Aunque no se les puede poner un pero, son looks tan básicos estos que corren el riesgo de echar en falta algo de chispa si no te llamas como ellos. Si tienes esta misma sensación al probarlo, dale vida a través de los complementos y abriendo más la camisa como hace Manuel Ordovás, o apuesta por ella como sobrecamisa o como segunda capa pero evitando el típico gesto inevitable de sacar sus bajos por fuera cuando se lleva junto a una camiseta interior. No lo hagas en este caso; déjala por dentro también así, incluso cuando sea vaquera tal y como hacen Louis Rubi y Shuhei Nishiguchi , y presta atención eso sí a la prenda que lleves por primera capa, aunque la opción infalible a tal efecto es la camiseta de manga corta básica en color blanco de toda la vida, como la de Carlo Sestini.

Para los más atrevidos, tal y como proponen firmas como Hermes, se le puede dar una vuelta de tuerca más a la camisa por dentro este otoño -si te gusta la moda ya sabrás de sobra que siempre se puede ir un paso más allá-, optar por una doble camisa. Una primera capa abrochada y por dentro del pantalón y una segunda como sobrecamisa. Para que funcione bien, es decisivo que el pantalón sea de cintura elástica y se abroche con cordón preferiblemente, porque siempre dará más juego a la hora de ajustar ambas camisas. De esta forma no necesitarás el cinturón, que podría oprimir demasiado la zona de la cintura y el resultado sería antinatural y probablemente bastante incómodo.

No importa qué chaqueta o abrigo lleves por encima, tampoco qué calzado puesto que como hemos mencionado anteriormente el estilo relajado invita a probar distintas combinaciones en este sentido. Lo único verdaderamente innegociable es que la camisa y el pantalón y el pantalón se vuelvan a fusionar en uno como antaño.