Los grandes momentos que ha dejado Alessandro Michelle para la moda masculina

Cuando el diseñador romano de casi 50 años asumió el destino de la casa italiana hace siete años, no era un nombre el suyo muy conocido ni siquiera para los especialistas en la industria. Sin embargo, aquella decisión empresarial de apostar por una persona con veinte años de experiencia en la marca será recordada como uno de los grandes aciertos en la historia de Gucci.

Michele ha demostrado en este tiempo que conocía a la perfección la esencia de esta firma, todo un transatlántico de la moda, algo así, por seguir con el símil futbolístico, como lo que demostró Pep Guardiola cuando asumió el banquillo del Barcelona cuando apenas tenía experiencia en el puesto. Como en su día el técnico catalán con el club de su vida, Alessandro Michele ha hecho historia al frente de la compañía en la que se formó como diseñador al lado de Tom Ford y después junto a Frida Giannini, que le nombró adjunto a la dirección antes de dar el último salto a la dirección creativa del sello fundado en Florencia.

Desde entonces han transcurrido casi ocho años en los que el estudiante de la Accademia di Costume e di Moda Romana y aprendiz junto a Fendi y Larl Lagerfeld como diseñador de accesorios, esos que tanta importancia han tenido en su obra creativa durante su etapa al frente de Gucci, ha mostrado su talento incomparable, dejando un legado imborrable.

No lo decimos nosotros, lo dice François–Henri Pinault, CEO de Kering, grupo al que pertenece Gucci. " El camino que Gucci y Alessandro han caminado juntos durante los pasados años es único y permanecerá como un momento destacado en la historia de la Casa ", ha dicho Pinault en el comunicado de despedida y agradecimiento a Michele, del que pone en valor su “imaginación, ingenio y cultura».

Estas tres virtudes de la personalidad y del carácter de Alessandras Michele, aunque no las únicas, explican por qué su legado en Gucci se caracteriza por las siguientes líneas maestras.

Alessandro Michele ha elevado la moda para hombre a un nivel varios escalones por encima desde su llegada a Gucci. Es probablemente el primer ejemplo de una firma con enorme peso histórico de sus colecciones femeninas que tiene una etapa en la que sus iconos más mediáticos son hombres. Con Michele al mando así ha sido.

Por encima de todos, Harry Styles , que en este tiempo ha llegado a protagonizar la primera portada de Vogue en Estados Unidos protagonizada exclusivamente por un hombre. Su relación creativa junto al ya ex director creativo de Gucci forma parte de la historia contemporánea de la moda. Y en segunda línea, Jared Leto , que ha entendido la propuesta creativa de Michele a las mil maravillas durante estos años. Para el recuerdo quedará, por ejemplo, aquel look en la gala del MET dedicada al ‘camp’, temática ideal para el universo creativo del diseñador italiano, en la que Leto posó con una cabeza suya en la mano.

Otro de los hitos que se le pueden atribuir a Michele es el de la moda genderless. Todos hemos puesto en el mapa este concepto de a gracias a la obra de Alessandro Michele al frente de Gucci. Nadie de la industria ha hecho tanto por difuminar las fronteras entre el armario femenino y masculino en lo que llevamos de siglo (y probablemente también del siglo pasado, donde estas fronteras se alejaron). Harry Styles ha sido la extensión mediática de esta apuesta firme por romper en mil pedazos los prejuicios de la moda masculina, una apuesta que ha resultado ganadora a todas luces. Faldas, bolsos, vestidos… Queda mucho camino por recorrer, pero son muchas menos las personas con respecto al 2015 que hoy se llevan las manos a la cabeza por el hecho de estas prendas y complementos estén en el armario del hombre. Y eso es gracias a Alessandro Michele.

Alessandro Michele es un artista. Con todas las de la ley. Y su obra al frente de Gucci acerca la moda a las disciplinas artísticas clásicas. Es, en definitiva, un empujón definitivo para que la moda termine de ser aceptada como lo que, una disciplina artística de pleno derecho, como lo son la fotografía, la escultura o el cine, por citar ejemplos variados. Su creatividad inagotable ha traído el pasado al presente , con una mirada amplia que bebe de distintos momentos históricos. Desde el barroco —ha encontrado a menudo el buen gusto en lo retorcido y excesivo— hasta los años 70. La iconografía es, si tuviéramos que quedarnos solo con un detalle de su obra en términos artísticos, lo que mejor la describe.

Al mismo tiempo que no dejaba de estudiar el pasado para interpretar el presente, era capaz de mirar al futuro. Ha sido un visionario y lo ha demostrado con su rupturismo con respecto a épocas recientes de la historia de Gucci y también al ser capaz de detectar las tendencias virales en términos de marketing y ventas. Hablamos de las colaboraciones. Las ha hecho con firmas de otros sectores, como es el caso de The North Face y de Adida s, esta última en la colección otoño invierno 2022.

Pero también se dio la mano con Balenciaga, una firma en teoría competencia directa —aunque ambas son del grupo Kering—, un año antes.