Cómo elegir traje de novio en función de cómo vaya a ser tu boda

Por eso, antes de responder a la que sigue siendo una de las preguntas del millón para un novio antes de casarse, incidimos en la importancia de priorizar tus gustos personales y tus preferencias dentro de las opciones de estilo que mejor se adapten a la boda que estáis organizando. Es esencial que te sientas cómodo y muy identificado cuando llegue el día y te mires al espejo antes de salir de casa o del hotel.

También es importante en este sentido tener otro “pequeño” detalle en cuenta: el estilo de tu pareja. No se trata de que vayáis conjuntados porque el twinning tiene otros contextos en los que ser protagonista , y menos si no queréis descubriros mutuamente el look, pero si es una buena idea compartir unas líneas generales para que vuestras elecciones estén en sintonía.

Con las principales bases asentadas entra en juego el factor diferencial para elegir outfit nupcial: el tipo de boda.

De esto depende, por ejemplo, si decantarse por el chaqué o traje en primer lugar. El novio es el que marca la etiqueta , así que ningún invitado por cercano e importante que sea puede romper esta norma, de las pocas que se mantienen del protocolo tradicional.

A partir de ahí, es clave que la ropa vaya acorde con las características del enlace. Lo que debes tener en cuenta es que el chaqué es la prenda más elegante para una boda . No hace tanto tiempo, este se reservaba solamente para las bodas de mañana, pero este es uno de los detalles en torno al estilo de las bodas que han evolucionado en los últimos años. La inmensa mayoría de las bodas se dan en los meses cálidos y eso en nuestro país implica que sean de día. Especialmente las bodas solemnes, ya sean por lo civil o por la iglesia. Son así por una cuestión lógica: en el horario en el que se pueden celebrar, tanto de mañana como de tarde, el sol no se ha puesto todavía. Por ello, como la mayoría de las bodas son de día, el chaqué se ha generalizado en las bodas de tarde hasta no estar mal visto.

En caso de que la boda tenga lugar por la noche, si se trata de una celebración formal, hay quien se decanta por el frac como opción para el outfit nupcial, pero en estos casos el traje es una garantía de éxito. Otra cosa es cómo sea este traje. De nuevo, el tipo de boda marca la diferencia más allá del estilo personal del novio.

Los tres piezas, a priori más formales, parecen apropiados para ceremonias solemnes donde el chaqué también sería una opción acertada. Los dos piezas, en cambio, son más versátiles ya que se pueden adaptar a ambos contextos. Incluso a los más relajados e informales si se renuncia a determinados complementos. La clave, en todo caso, es que el fit sea el adecuado: mucho cuidado con los trajes y los chaqués prestados .

Puede que llegados a este punto te preguntes cuál es el lugar del esmoquin en todo esto. La respuesta no es sencilla porque en países como Estados Unidos es una opción muy extendida para el novio en su boda (al menos lo es el uso de pajarita), pero en España no ocurre así. Es cierto que ya no es algo impensable que una boda sea de esmoquin. Los códigos eran muy estrictos pero ya no lo son tanto al respecto. Eso sí, se debe reservar esta opción para bodas de noche y preferiblemente en espacios cerrados. Una boda religiosa no es el lugar natural del esmoquin. Y, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, te recordamos que la pajarita no se puede utilizar en ningún caso con un traje o chaqué; solo con esmoquin.

Una vez escogido el concepto base, el esqueleto del look nupcial, toca profundizar en los detalles.

Si optas por el chaqué, el tradicional de la levita es el color negro , siendo el diseño clásico por excelencia el que incluye pantalones con rayas gris. El chaleco, si prefieres ser fiel al pasado, debe ser gris claro o en algún otro tono suave, pero es cierto que la paleta de colores en este sentido se ha ido ampliando. En principio, la norma general que aplica en este caso es la descrita: a mayor suavidad, menos riesgo y, al mismo tiempo, mayor grado de formalidad al resultado final, siendo el gris la elección más conservadora.

En el caso del traje, el color es un factor que deja cierta libertad al novio. Lo habitual es optar por los tonos oscuros, más formales y discretos . Predominan, sobre todo, el gris marengo, el azul marino y el nero, pero hay cierto margen para opciones osadas dependiendo del contexto. Cuanto más relajado sea el contexto, especialmente si la boda es al aire libre en un espacio natural, más cuerpo toma la opción de un traje claro.

En cuanto al tejido, es fundamental saber de antemano qué temperatura habrá, aproximadamente, en el lugar donde se celebre el día indicado para ello. Piensa que la lana es una fibra natural transpirable y que tiene variedades ligeras compatibles con el verano. Es, además, un tejido asociado de forma perenne a conceptos como la comodidad y la elegancia.

Sin embargo, no debes descartar de la ecuación variedades especiales de lana para el invierno, como puede ser el tweed y,sobre todo, el lino como opción alternativa si la boda se celebra en verano y en las horas de más calor. El lino es suave, ligero y estiloso, pero tiene un punto menos de formalidad que la lana , así que el contexto también entra en jueo en este detalle.

A la hora de escoger el traje de novio es indispensable tener en cuenta los complementos. En este caso, el chaqué deja muy poco margen: camisa blanca de doble puño con gemelos, corbata (único elemento que da pie a ser un poquito más creativo y personal) y chaleco, que como ya hemos visto puede ser de distintos tonos.

En cambio, el traje si permite jugar con un número mayor de combinaciones posibles . No tanto por los zapatos, que deben ser con cordones y deben ir acompañados por calcetines neros. Así ocurre también con el chaqué. El consejo de estilo en este punto es que optes por unos zapatos tipo Oxford. impolutos, relucientes, que brillen de manera natural, no porque sean acharolados. Estos últimos no son los más adecuados para el novio.

La camisa tampoco es el complemento con el que arriesgar si estás diseñando tu traje de novio. No hay norma escrita de que no deba ser así, y de hecho muchos hombres prefieren escoger otro color, pero lo más elegante es asegurar con una camisa blanca. De lo contrario, sería un error de etiqueta y también de estilo.

En cambio, con el traje se puede jugar con detalles como los gemelos, que no son obligatorios, o el pañuelo u ojal. Estos tampoco son obligatorios y, eso sí, de llevarlo, solo se ha de optar por uno de los dos. Nunca ambos. También tiene mucho que decir la corbata , que se puede llevar o no en función de la formalidad de la boda, y que puede ser lisa o estampada dependiendo de la personalidad del novio.

Esta puede incluir además alfileres a juego para reforzar la elegancia y el toque clásico y formal del traje de novio, pero nuestra recomendación, por encima de todo, es que escojas una corbata con la que te sientas identificado, que refuerce tu personalidad.

Lo mismo ocurre con el chaleco si te decantas por un tres piezas de sastrería. Esta es, seguramente, la prenda dentro de la moda nupcial masculina que más ha evolucionado en los últimos años, la que se ha despojado de la presión del protocolo. Esto tiene la ventaja de que se puede adaptar mejor al gusto del novio pero tiene también un riesgo potencial: fallar en su elección puede suponer echar por tierra el conjunto del look, así que piénsate bien varias veces el arriesgar con él y cómo hacerlo.