Mascarillas faciales y otros cuidados extras que la piel de tu rostro agradecerá

Los exfoliantes ayudan a eliminar las células muertas que se acumulan en la superficie de la piel y que pueden provocar obstrucción de los poros , y a la larga puntos negros e incluso acné , también una textura irregular, con piel seca y áspera al tacto. También sirven para potenciar los beneficios de los tratamientos que se aplican después en la piel. «A nuestra piel debemos hacerle un peeling continuado . Dependiendo del producto que usemos, podrá variar desde una vez en semana hasta la utilización diaria . Este proceso es necesario para potenciar la auto regeneración y mejorar muchos aspectos de la piel, así como ralentizar el envejecimiento«, explica Estefanía Nieto, directora técnica de Omorovicza .

A la hora de elegir un exfoliante facial es importante saber que existen diversos tipos: físicos o mecánicos , que son los que tienen gránulos o micropartículas, y químicos o enzimáticos que no presentan partículas, sino que la exfoliación se realiza bien por un ácido (en el caso de los químicos), bien por una enzima, que suelen ser más suaves. El principal problema de los exfoliantes con gránulos es que pueden provocar irritación en pieles sensibles si se frotan muy fuerte. Por eso conviene realizar una exfoliación siempre suave, sin agredir la piel y comprobar que es un producto adecuado a nuestro tipo de piel. Estefanía Nieto añade que "los peelings con enzimas de papaya, por ejemplo, tienen menor impacto para la piel, igual que aquellos que usan bajos niveles de ácidos mandélico o láctico".

La limpieza facial es uno de los pasos más importantes para tener una piel saludable. En principio, solo necesitas un producto de limpieza adecuado a tu tipo de piel. Pero también puedes utilizar un cepillo de limpieza facial. Estos dispositivos, que pueden ser manuales o automáticos, realizan una limpieza más profunda a la vez que activan la circulación sanguínea. El resultado es una piel más limpia y luminosa. Algunos incluso incluyen la función de masaje facial , algo que siempre viene bien para relajar. Se pueden utilizar a diario , pero, puedes reservarlos para unos cuidados extras , usándolo una o dos veces a la semana. Si tu piel presenta alguna patología como un brote de acné inflamatorio, una rosácea o una dermatitis atópica, no es aconsejable que utilices ningún cepillo de limpieza facial sin consultar con el dermatólogo.

Las mascarillas faciales son otro de los cuidados extras que te aconsejamos incorporar a tu rutina de belleza si quieres mejorar la piel de tu rostro. Se trata de productos con fórmulas que incluyen altas concentraciones de principios activo s por lo que actúan de forma inmediata. La clave para que veas sus beneficios es elegir una mascarilla adecuada para tu tipo de piel y para el objetivo que desees. Existen mascarillas faciales para todo tipo de problemas : poros abiertos, puntos negros, deshidratación, piel apagada, manchas, arrugas, ojeras… Por otra parte, son productos que encontrarás en diversos formatos para que puedas elegir el que te resulte más cómodo: mascarillas en gel, crema o arcilla que debes retirar con agua pasados unos minutos, mascarillas nocturnas que actúan durante toda la noche y que no se eliminan hasta la mañana siguiente, mascarillas peel off , que se aplican como una crema y se retiran como si fueran una segunda piel, y las mascarillas de tela o velo , que solo tienes que aplicar sobre la piel limpia, esperar a que actúen y retirar. Es importante aplicarlas siempre sobre la piel limpia , y mejor exfoliada, para aumentar sus beneficios, y dejarlas actuar solo el tiempo que el fabricante recomienda . Utilizadas una o dos veces a la semana, te ayudarán a tener una piel más cuidada, descansada y joven.