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Compran por 8 millones el apartamento de Greta Garbo

Una pareja de fans de la actriz compra su casa por tres millones de dólares más de lo que pedía la inmobiliaria. Está en Manhattan, en la exclusiva zona de Sutton Place

12/01/2018
Actualizado 13/01/2018 a las 02:40h.

Edificio Campanille. En la película «La reina Cristina de Suecia», Greta Garbo acariciaba las paredes de la casa para no olvidar nunca los momentos que pasó con su amante dentro de esa habitación. Los compradores del inmueble del edificio Campanille, lugar donde vivió la actriz durante más de 40 años, compartieron con el personaje esa devoción por la propiedad, presas de su mitomanía, pagaron por vivir en la casa de la diva más de 3 millones más de lo que pedía la inmobiliaria

Recibidor. A los actuales propietarios, un rico matrimonio de cinéfilos, comprar el apartamento de la actriz significó desembolsar 8 millones de dólares, para su anterior propietaria adquirir Campanille fue un acto de rebeldía: en el <a href="https://www.abc.es/summum/living/casas/abci-vivir-como-greta-garbo-nueva-york-si-tiene-precio-201703231919_noticia.html" target="_blank">edificio «no querían actrices»</a>. En la finca, construida en 1927, había espacio para 16 viviendas. Fue la última casa de Garbo: entró en ella en 1954 y vivió allí hasta su muerte en 1990. Fue el legado de la estrella a uno de sus sobrinos, que decidió ponerlo en venta en 2016

Cocina. En la cocina se introdujeron importantes mejoras: por un lado se abrieron grandes ventanales para aprovechar la luz natural y las vistas, por el otro, se tiraron los tabiques de la habitación de la doncella que vivía con la actriz. En una de las esquinas de la habitación y entre dos grandes ventanales hay un rincón de desayuno digno de postal. Toda la habitación está hecha en madera y mármol con piezas actuales

Salón. El salón es una de las estancias fetiches, está construido en forma de «L» y presidido por una preciosa chimenea. La decoración es de lo más refinada: en rosa y verde con muebles al estilo Regencia. Los vendedores, conscientes del valor intangible de los objetos, decidieron conservarlos en las habitaciones.

Salón. La última morada de la diva de Hollywood encierra mensajes sobre ella, había una intención en cada detalle. En <a href="https://www.abc.es/summum/living/negocios/abci-greta-garbo-inseguridades-mito-212318029121-20171205164555_galeria.html" target="_blank">sus cartas</a>, recientemente subastadas en la casa <a href="https://www.abc.es/summum/gastronomia-gourmet/abci-macallan-whisky-casi-millon-dolares-201704201408_noticia.html" target="_blank">Sotheby's</a>, la actriz cuenta que se pasa el día encerrada en casa viviendo de sus recuerdos. Decidió retirarse de la vida pública para no tener que afrontar la factura del paso del tiempo. En los mentideros se repetía la idea de que Garbo, cansada de ocultar su sexualidad a los medios de comunicación, se retiró de la vida pública persiguiendo la libertad

Cuarto de baño. El elegante cuarto de baño está hecho con mármol blanco de Carrara y piezas doradas. El lujo se imprimía en cada palmo de la casa de la actriz

Vistas. El enorme apartamento comunica con el exterior y tiene fantásticas vistas al East River. Una evasión que mitigaba -o acentuaba- <a href="https://www.abc.es/summum/living/negocios/abci-greta-garbo-inseguridades-mito-212318029121-20171205164555_galeria.html" target="_blank">la soledad de la actriz</a>, que se retiró con solo 36 años, en la cima de su éxito

Pájaros volando. Esta habitación, a pesar de ser la menos impactante a primera vista, fue probablemente el rincón que más interesaba sus fans. La alfombra V'soske que conserva la estancia fue diseñada por la propia Garbo, le llamó «Pájaros volando»

Dormitorio principal. La habitación donde soñó «la mujer que no reía» es una estancia de capricho. La pared está forrada con seda Fortuny, un lujo que se trajo de la casa donde nació en Estocolmo

Habitación de invitados. La naturaleza de este dormitorio cambió desde hace cuarenta años. Aquí la actriz tenía un despacho en el que escribía y trabajaba. Queda solo un vestigio de ella: el enorme mueble librería de madera de roble

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