Las víctimas del sumergible podrían denunciar a la compañía pese a las cláusulas firmadas

Así lo consideran expertos legales, como el abogado especializado en lesiones personales y derecho marítimo Matthew D. Shaffer: «Si había aspectos del diseño o la construcción de esta embarcación que se ocultaron a los pasajeros o si se utilizó a sabiendas de que no era apta para esta inmersión, eso iría absolutamente en contra de la validez de la renuncia».

Se cree que los pasajeros, que pagaron hasta 250.000 dólares cada uno por el viaje a 3.810 metros bajo la superficie, firmaron exenciones de responsabilidad. Un reportero de la CBS que realizó el mismo viaje con OceanGate Expeditions en julio de 2022 informó de que la cláusula mencionaba la posibilidad de morir tres veces solo en la primera página.

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Sin embargo, las renuncias no siempre son irrefutables, y no es infrecuente que los jueces las rechacen si hay pruebas de negligencia grave o de peligros que no fueron plenamente revelados.

Por su parte, OceanGate podría alegar que no incurrió en negligencia grave y que las exenciones son aplicables porque describieron exhaustivamente los peligros inherentes a sondear las profundidades del océano en un sumergible del tamaño de un monovolumen. Todo dependerá de las causas del desastre, que todavía se están investigando.

«Hay muchos ejemplos diferentes de lo que las familias podrían reclamar a pesar de las exenciones, pero hasta que no conozcamos la causa no podremos determinar si son aplicables», dijo el abogado de lesiones personales Joseph Low, de California.

OceanGate es una empresa pequeña, y no está claro si tiene activos para pagar daños significativos, en caso de que se concedieran, pero las familias podrían cobrar de la póliza de seguros de la empresa si tiene una. Además, podrían reclamar a las partes externas que diseñaron, ayudaron a construir o fabricaron componentes para el Titán si se determina que fueron negligentes y una de las causas de la implosión.

OceanGate podría protegerse de los daños presentando una demanda de limitación de responsabilidad en virtud del derecho marítimo, que permite a los propietarios de buques implicados en un accidente pedir a un tribunal federal que limite los daños al valor actual del buque (cero en el caso del Titán, puesto que fue destruido).

No obstante, OceanGate tendría que demostrar que no tenía conocimiento de los posibles defectos del sumergible y asumir la carga de la prueba, que según los expertos jurídicos es difícil de cumplir. Si OceanGate no consiguiera probarlo, las familias podrían presentar demandas por negligencia o homicidio doloso.

Otra ley marítima, la Death on the High Seas Act (Ley de fallecimiento en alta mar), permite a las personas que dependían económicamente de alguien fallecido en un accidente naval reclamar únicamente la parte de los ingresos futuros de esa persona que habrían percibido de otro modo. En estos casos, los demandantes no pueden reclamar indemnizaciones por daños morales.

Lo que OceanGate sabía sobre la seguridad del buque y lo que se dijo a los pasajeros al respecto serían las cuestiones centrales durante la presentación de la prueba, un proceso durante el cual las partes comparten información sobre un caso.