Una víctima de la científica que ofrecía falsas esperanzas a parapléjicos: «Perdimos 8.000 euros. La creímos porque era famosa»
Bernardita Delgado explica a ABC que pagó casi 8.000 euros por una terapia que resultó ser una estafa: «Solo quería ganar calidad de vida»
Auge y caída de la investigadora que prometió curar a los lesionados medulares
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En el juicio contra la doctora Almudena Ramón Cueto, uno de los testimonios más difíciles fue el de Bernardita Delgado, una mujer que sufrió un accidente de coche en Santiago de Chile hace diecisiete años, por el que quedó parapléjica. «Viajé junto a mi ... marido hasta Valencia con la esperanza de recuperar sensibilidad y movilidad. Ya no para caminar de nuevo, sino simplemente poder controlar el esfínter y ganar calidad de vida», explica la aquejada a ABC. Según describe, encontró la información del «tratamiento novedoso medular» de la científica por internet y quedó prendida. «Teníamos fe, no era cualquier doctora, nos lo vendió muy bien y acabó jugando con nuestros sentimientos», recuerda 'Beni' en compañía de su inseparable Marco.
De acuerdo con su relato, que también expuso por videoconferencia en la vista oral celebrada en la Audiencia de Valencia, se gastó 5.900 euros para acceder a la terapia, más los 2.000 abonados por los vuelos y el hospedaje junto al aeropuerto de Manises. «Estuvimos diez días. Fuimos a la clínica y nos explicó que a lo mejor no caminaría pero sí que tendría más sensibilidad. La creímos porque era famosa», cuenta el esposo.
«¿Si fuera una estafa, avisaría a la Policía?»
Una de las cosas que rememora Beni que más le llamó la atención fue cuando la psicóloga de la clínica le preguntó «si todo esto fuera una estafa qué haría, si avisaría a la prensa o a la Policía», por ejemplo. Durante varios días, según explica Marco, trataron de conseguir la factura y los resultados de las pruebas pero «les dieron largas» y ni siquiera «les abrieron la puerta». «Nos llegó cuatro meses después cuando ya estábamos en Chile y reflejaba que no era apta para el tratamiento», calificación que comparten el resto de denunciantes. En su caso se sumaron a la demanda cuando vieron en las noticias sobre su detención publicadas en diferentes medios de comunicación. «Hablamos con otra familia y también lo sospechaban, pero siempre intentas creer que no puede ser verdad», apunta esta paciente.
Según expuso la Fiscalía, los acusados publicitaron que el tratamiento médico multidisciplinar con aplicación individualizada se podría llevar a cabo en cuatro fases. En la primera, un diagnóstico multisistema para identificar el perfil anatómico y funcional del paciente con el fin de establecer su idoneidad para someterse a la terapia; a continuación, una terapia de activación medular con tratamiento farmacológico, rehabilitación, fisioterapia, nutrición y psicoterapia para activar regiones específicas de la médula espinal y optimizar el funcionamiento de los sistemas corporales afectados por la lesión medular.
En tercer lugar, un trasplante celular mediante inyección de células glía envolvente del bulbo olfatorio del propio paciente y, por último, una terapia de reinervación y estabilización funcional para una reconexión específica de fibras nerviosas su activación y estabilización. Sin embargo, el ministerio público advirtió de que el tratamiento que ofertaba «carecía de cualquier tipo de evaluación clínica de su idoneidad o sometimiento a estudios de investigación preclínica» y, además, tampoco contaba con la autorización de la Agencia Española del Medicamento, de lo que «era plenamente consciente».
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