«En vez de limpiar, queremos predicar»
Un grupo de mujeres españolas reivindica en la calle la igualdad con los hombres en el sínodo que se celebra estos días en el Vaticano
Las mujeres del Sínodo: «Por primera vez hablamos al mismo nivel que los obispos»
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Iniciar sesiónEl feminismo es cada vez una voz más potente en nuestra sociedad. Pero a estas mujeres ni se las escucha ni tienen visibilidad pública. «Iglesia despierta, cristianas en revuelta», gritan. Son alrededor de 50 mujeres que se han concentrado en una mañana de ... domingo en el parque de Berta Cáceres, una indígena feminista asesinada, en el barrio madrileño de Chamartín. Su portavoz invita con un megáfono a los vecinos a sumarse al acto, pero solamente dos chicas jóvenes aceptan el reto.
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Todas van vestidas con una camiseta blanca y llevan un pañuelo morado. Una madre le pone a su hijo de 12 años esa camiseta. Y hay dos hombres que acompañan a sus parejas. En la espalda cada una lleva una letra. Se alinean en filas y giran abrazadas en círculo. Componen: «Caminamos por la igualdad en una Iglesia sinodal».
«En vez de limpiar, queremos predicar», dicen mientras levantan sus brazos hacia el cielo en un radiante y calurosa mañana de otoño. Sonríen, parecen felices, sin importar lo más mínimo su soledad. «Cada vez somos más. En Madrid hay 70 mujeres que se han adherido. En España, hay varios centenares. Nuestra causa va creciendo poco a poco«, nos informa una de las asistentes.
En Madrid hay 70 mujeres que se han adherido a eta causa por la igualdad en la Iglesia. En España, hay varios centenares
Van a estar presentes en el sínodo que empezó con una misa del Papa el 4 de octubre y que acabará el día 28. Es la asamblea de unas 450 personas, la mayoría obispos, que se reúne en Roma para debatir cada cinco o seis años los problemas de la Iglesia. Han enviado a 24 mujeres de 11 países para que su voz pueda ser escuchada en este llamado Sínodo de la Sinodalidad, una palabra que en griego significa «caminar juntos».
La portavoz española del Comité Ejecutivo del Consejo de Mujeres Católicas es Teresa Casillas, una profesora que ha viajado a la capital italiana esta pasada semana. «Soñamos con una Iglesia igualitaria para las mujeres en consonancia con el mensaje de Jesús, que propuso una sociedad de iguales. Nuestro movimiento ha abierto una puerta«, afirma.
Pero será difícil saber si su mensaje cala porque las discusiones del Sínodo son secretas, aunque al final se publicará un informe de los debates. «No es un Parlamento», ha dicho el Pontífice Francisco.
Esperanza para el futuro
En un documento elaborado en marzo de 2022, piden que la mujer tenga plena igualdad con los hombres en la administración de los sacramentos y que la autoridad eclesiástica acepte las diversas orientaciones sexuales. «Basta una visión negativa de la sexualidad, que crea sufrimiento. Basta una imagen de Dios exclusivamente masculina», reza.
En su alocución, María recuerda la memoria de Nieves Torres, una luchadora católica por los derechos de la mujer que estuvo en la cárcel durante 17 años durante el régimen de Franco. Ivonne Guerra, una señora mayor, asegura que las mujeres son la esperanza de la Iglesia. «La sociedad necesita trascendencia. Y la Iglesia puede ser una respuesta a esa búsqueda. Nosotras queremos formar parte activa de ese proceso«, subraya.
«Con voz, con voto, así nos quiere Dios», claman mientras miran a la luz solar que se filtra por los árboles del parque. Discuten en grupos de seis o siete y oigo a una de ellas que dice: «No nos vamos a dar por vencidas. Somos una gota que poco a poco va horadando la roca». Sus compañeras asienten.
Finalmente se van dispersando. La mayoría se dirige a la parroquia de Santa María Magdalena para rezar ante la Virgen. Algún transeúnte las mira con curiosidad sin detenerse. «No tenemos muchas esperanzas de un cambio sustancial en este Sínodo. Las propuestas que nos llegan son muy insatisfactorias«. Suceda lo que suceda, estas mujeres no van a tirar la toalla.
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