Trump ordenará el cierre del departamento de Educación en Estados Unidos

El presidente busca cumplir una de sus promesas de campaña más radicales. La orden ejecutiva instruirá a McMahon a tomar todas las medidas necesarias para cerrar el Departamento. Horas después de ser confirmada por el Senado, la nueva secretaria envió un correo al personal con un mensaje claro: su «misión final» es liquidar la agencia.

Sin embargo, Trump no tiene la autoridad unilateral para cerrarla. Para ello, necesitaría la aprobación del Congreso, lo que requiere 60 votos en el Senado, una cifra difícil de alcanzar con solo 53 republicanos en la cámara. Su estrategia, por ahora, es reducir el Departamento a su mínima expresión, trasladando funciones a otras agencias y aplicando recortes drásticos en personal, programas y subvenciones.

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El Departamento de Educación administra fondos esenciales, como los 18.400 millones de dólares para escuelas en zonas de bajos recursos y los 15.500 millones destinados a estudiantes con discapacidades. También gestiona el programa de préstamos estudiantiles, que maneja 1.600 millones de dólares en deuda. Biden intentó condonar parte de esa deuda, pero los tribunales bloquearon su plan, y ahora Trump ha cancelado cualquier intento de alivio.

McMahon ya ha advertido a sus empleados sobre recortes masivos e inminentes despidos, dejando en el aire programas clave. La eliminación del Departamento también busca desmantelar los programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI), que Trump ha calificado de «discriminación ilegal», argumentando que favorecen a ciertos grupos en detrimento de hombres blancos y asiáticos en las instituciones educativas.

El decreto, que ya ha sido adelantado por portavoces de la Casa Blanca, advierte que cualquier escuela que mantenga programas de diversidad podría perder los fondos federales, que representan el 10% del presupuesto de la educación pública en Estados Unidos.

Aunque la educación pública ya está en gran parte bajo el control de los estados, Trump insiste en que el gobierno federal debe hacer aún menos. El gran interrogante es si logrará superar los obstáculos legales o si esta será otra de sus promesas imposibles de cumplir, como la construcción de un muro total en la frontera con México.