Cada tres días muere en Alemania una mujer por violencia de género

La parte más dura de su trabajo es la selección de las admitidas. «Si llama una mujer con hijos a la que acaban de desalojar por impago de alquiler, tenemos que derivarla a ayudas sociales, este no es su sitio», lamenta, y tampoco admite a «mujeres en riesgo de suicidio, problemas con el alcohol o las drogas ni las que se han vuelto violentas», para preservar la seguridad del centro. El refugio tiene 18 plazas para mujeres con hijos de hasta 13 años, además de 26 apartamentos para lo que en la jerga especializada se denomina «residencia secundaria», cuando las mujeres se han recuperado física y psicológicamente y se las considera aptas para emprender una vida independiente. La crisis inmobiliaria de Berlín ha agravado el problema de encontrar viviendas para ellas y su lista de espera es a veces mortal. Según los datos del Ministerio de Interior alemán, 157.818 mujeres sufrieron violencia doméstica en el país el año pasado y el retraso en el acceso a un regio, que permite la huida del domicilio y lugar de los abusos y palizas, puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte.

«Ni siquiera mis padres saben que estoy aquí, me da mucha vergüenza», confiesa una alemana de 42 años que abandonó el hogar que compartía con su pareja por prescripción médica, «el ginecólogo veía los moratones y las heridas, fue él quien me consiguió la plaza aquí y para ingresar he tenido que abandonar a mis amigos e incluso mi trabajo, no dejar rastro, porque si no sé que me encontrará». «Esta es la única forma de escapar», asegura una peruana de 31 años con su bebé de 14 meses en brazos, «aunque denuncie, los policías no la creen a una, creen al marido alemán pero no a la mujer extranjera, hasta que ya es demasiado tarde».

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En 1976 se abrió la primera casa de acogida en Alemania y hoy hay alrededor de 350 repartidas por el país. Lejos de ser menos necesarias, cada día registran mayor demanda: la violencia doméstica aumentó un 9,1% 3l año pasado respecto a 2021. La mitad de las víctimas viven con el presunto autor y la mayoría tiene entre 30 y 40 años. El número constatado de intentos de asesinato que no llegaron a ser consumados ascendió a 273 mujeres, unas cifras muy por encima, por ejemplo, de las españolas. «Afortunadamente el gobierno alemán comienza a ocuparse, pero hasta ahora el problema estaba muy escondido. No es como las campañas que se ven en España, ni las víctimas reciben aquí tanto apoyo social visible», compara. Por su experiencia, «las administraciones no son empáticas con las mujeres, las juzgan, estudian la situación no para ayudarlas sino para ver si les pueden retirar la custodia de los hijos, por eso muchas no denuncian» . Y si se trata de mujeres extranjeras, «es mucho más complejo porque no hablan el idioma, dependen mucho más de la pareja, no tienen el contexto y a veces reciben de las autoridades un trato discriminatorio, incluso en ocasiones las culpan... el papel de las embajadas es aquí muy importante porque es el primer lugar en el que esas mujeres pueden expresarse en su propia lengua».

También Sama Zavaree, coordinadora de la iniciativa de Berlín contra la violencia contra las mujeres BIG e.V., confirma que las víctimas de parejas violentas y mentalmente inestables corren un riesgo particular en situaciones de separación. «La violencia se desencadena cuando algo cambia en la situación de la relación: cuando hay embarazos, nacen niños o hay deseos de divorcio, esas son las situaciones más peligrosas», dice, y calcula que las cifras reales son mucho mayores que las oficiales porque «en la mayoría de los casos no se denuncia».

«He visto a varios miles de mujeres ir y venir por aquí y todavía me impresiona cuando descubro más tarde que las mujeres lo han logrado, que terminaron su formación profesional, que sus hijos se graduaron en la secundaria, que las antiguas residentes se han convertido en mujeres seguras de sí mismas y han vuelto a sonreir», dice la señora Kriegs a Dom Radio, que difunde el número de teléfono gratuito y anónimo para las víctimas: 08000 116 016.