Testigos de Jehová, una vida dirigida: cuáles son sus creencias y qué conductas tienen prohibidas

Sin embargo, más allá de esta norma que han de seguir a rajatabla, existe todo un manual de vida, de una vida dirigida que todos los miembros de la congregación deben cumplir, entregando su voluntad a las enseñanzas de la Biblia, que siguen al pie de la letra y que conforman la base de los Testigos desde que en 1879 Charles Taze Russell se desmarcara del catolicismo y cuestionara algunas de sus creencias, fundando así, casi 150 años después, lo que es una religión que suma más de ocho millones de fieles en todo el mundo.

ABC Podcast estrena 'Los expulsados del Paraíso: sobrevivir a los testigos de Jehová', un relato construído a través de los testimonios de exmiembros de la congregación y de expertos en la materia que pone en el foco las prácticas de una religión, en ocasiones en entredicho, y su forma de controlar a aquellos que atraviesan las puertas de sus 'salones del reino', el lugar en el que se reúnen para estudiar las Sagradas Escrituras.

En las décadas de los 80 y los 90 era habitual que, si llamaban a tu puerta, al otro lado encontraras a una pareja de testigos dispuestos a evangelizarte, con la técnica del puerta a puerta que les hicieron comunes en la sociedad. Una tarea, de las principales al acceder a la organización, que con la pandemia quedó casi extinta y se redujo a los stands callejeros, donde es habitual verlos hieráticos en las calles anunciando la salvación.

Más de 122.000 personas en nuestro país pertenecen a los Testigos de Jehová, de los que, más allá de las transfusiones y el puerta a puerta, se conocen pocos detalles. Algunos de ellos tienen que ver con simples y respetables creencias religiosas; otros esconden una intención de controlar cada aspecto de la vida del que decide entregarse a Dios, a Jehová, quien, para ellos, llevará a la humanidad al paraíso.

Los Testigos de Jehová, denominados así desde 1931, no se consideran fundamentalistas, aunque sí asumen de manera literal la inmensa mayoría de pasajes de la Biblia -para ellos 66 entre Antiguo y Nuevo Testamento- extraen su doctrina.

Para ellos, Dios es Jehová, el Altísimo, tal y como se afirma en Salmo 83:18: «Que la gente sepa que tu nombre es Jehová, que solo tú eres el Altísimo sobre toda la tierra».

En cuanto a Jesucristo, tal y como se afirma en la propia línea de términos de los Testigos, desde la congregación definen su figura como «líder» y se esfuerzan por «imitar su ejemplo y poner en práctica sus enseñanzas».

Los Testigos creen que «Jesús fue el hombre más sobresaliente de todos los tiempos, el Testigo más importante y la persona que Jehová usará para salvar a la humanidad», pero no le adoran, como tampoco adoran la cruz ni ninguna imagen representativa.

Una de las principales diferencias con la Iglesia católica es que en los Testigos de Jehová no creen en la inmortalidad del alma. Cuando alguien muere, desaparece. Deja de existir. También niegan la existencia del infierno pues Dios no permitiría a nadie el sufrimiento eterno, un concepto que, indican, «da asco» al Altísimo.

Por otro lado, sí reconocen la resurreción y de hecho gran parte de sus creencias se basan en la futura vuelta a la vida de miles de millones de personas destinadas a vivir en el paraíso eterno de la Tierra que se promenten que llegará:

«Son los 'benditos de Jehová', quienes tendrán el gran honor de cumplir el propósito original de Dios: que seres humanos perfectos vivan para siempre en un paraíso terrestre», como ellos mismos describen.

En los orígenes, su creencia marcaba que solo se iban a salvar 144.000 elegidos, en una cifra tomada del Apocalipsis. 144.000 personas que estarían llamadas a ascender al cielo, a la 'región celestial' en la que serán reyes y sacerdotes junto a Jesús durante un periodo de 1.000 años.

Al aumentar el número de fieles cambiaron la idea sobre este tipo de elegidos. ¿Y quiénes serán? ¿Quiénes son esos 144.000? Por supuesto, los que Dios elija para formar su llamado 'gobierno celestial'.

De todos los demás miles de millones de personas que resuciten para unirse al paraíso terrenal bajo esa suerte de ejecutivo del cielo, sólo permanecerán los que acepten las normas de Dios. Los que no las acaten «serán destruidos para siempre y nunca más podrán volver a vivir», explican.

Además de la prohibición de recibir transfusiones de sangre, los Testigos de Jehová no pueden participar de ninguna manera en política -lo que incluye votar- ni tampoco pueden celebrar los cumpleaños al ser considerados paganos.

Ellos defienden la alegría que reside en realizar regalos a los seres queridos, pero promueven hacerlo cualquier día del año sin necesidad de conmemorar nada. Tampoco celebran la Navidad, por el mismo motivo.

En cuanto al matrimonio, sólo existe uno verdadero: el que se da entre un hombre y una mujer. Asimismo, no son partidarios del divorcio pero, aclaran, puede aceptarse la separación en casos en los que uno de los miembros de la pareja no quiera mantener a la familia, se ponga en peligro la vida espiritual dedicada a Dios o se dé, citamos literalmente, un «maltrato físico muy grave». El divorcio, como tal, sólo se permite si hay una infidelidad.

En cuanto al inicio de las relaciones, los Testigos de Jehová consideran que empezar a salir con alguien no es algo a tomar a la ligera, sino un paso muy serio hacia el matrimonio, por lo que se incurre a tomarlo como tal.

«Muchas de las cosas que la gente suele hacer cuando sale con alguien son pecados graves. La Biblia prohíbe la inmoralidad sexual. Esto no solo incluye las relaciones sexuales entre personas que no están casadas, sino también acariciarle a alguien los genitales, practicar sexo oral o anal, y cosas parecidas», explican ellos, esto último amparándose en el capítulo 6, versículos 9 a 11 de los Corintios. Tampoco permiten las prácticas homosexuales.

No permite tampoco la Biblia las conversaciones obscenas, indican, tal y como dicta el capítulo 3, versículo 8 de los Colosenses: «Pero ahora desháganse de todo esto: ira, furia, maldada y palabras hirientes, y que no salga lenguaje obsceno de su boca».

Las relaciones, en todo caso, sólo pueden darse entre dos personas pertenecientes a la congregación.

En cuanto a la cultura, los Testigos aseguran que ellos no tienen una lista de libros, discos, artistas o películas prohibidas, aunque indican en todo momento que uno debe cuestionarse si el arte que consume le incita de alguna manera a apartarse de Dios. «Elige con cuidado», advierten en concreto sobre los 'peligros de la música'.

En cualquier caso, para cualquier consulta sobre qué hacer, cómo pensar y cómo reaccionar ante diversas situaciones, los Testigos siempre tienen a su disposición a los ancianos -que no son necesariamente idem sino cristianos maduros-, que son los encargados de dirigir cada congregación y aplicar la guía de Dios a todos los fieles.

Por encima de ellos existe el 'Cuerpo Gobernante', algo así como la Junta Directiva que desde la sede central en Estados Unidos gestiona la congregación en todo el mundo.

Desde los Testigos de Jehová consideran, directamente, que la educación bíblica tiene más valos que la educación académica. Aunque consideran la formación primaria fundamental, observan «peligros morales y espirituales» en los estudios superiores.

Según su doctrina, así lo contempla uno de los proverbios de la Biblia: «Cualquiera que es inexperto pone fe en toda palabra, pero el sagaz considera sus pasos». Es decir, un conocimiento mayor quizá te dé poder para cuestionar según qué cosas.

Así, desde su propia web aconsejan que lo mejor puede ser sacar adelante una formación profesional y evitar así los peligros que una vida universitaria puede generar en el Testigo.

Esos peligros se presentan, indican, en forma de creencias que pueden obtener de la rutina y las relaciones en una educación superior. A saber; «El dinero trae la felicidad y da seguridad; los estudios superiores dan prestigio; cada uno debe decidir lo que está bien y lo que está mal; la educación superior es la mejor manera de cambiar el mundo».

En diciembre de 2023, un grupo de exmiembros de la congregación recibió una sentencia favorable tras la demanda de los Testigos de Jehová por una presunta vulneración del derecho al honor. Se trata de la Asociación de Víctimas de los TDJ, que alzaron la voz en el juzgado rememorando sus pesadillas.

A lo largo de los episodios de 'Los expulsados del paraíso: sobrevivir a los Testigos de Jehová', los lectores de ABC conocerán de primera mano parte de estos testimonios. Ellos mismos relatarán la aplicación de las doctrinas de la congregación, las contradicciones, presiones y normas; en definitiva, la vida dentro de esta religión que, según el relato de los exmiembros, está muy alejada de ese paraíso eterno en la tierra que prometen.