«Lo notan todas las estaciones. Es lo que ocurre con casi todos los grandes terremotos que se producen por el mundo», confirman a ABC técnicos de la red sísmica del Instituto Geográfico Nacional (IGN). Hasta poco más tarde de las 13 horas, la cuenta de Twitter del instituto, que publica automáticamente todo episodio sísmico detectado en tiempo real, ha emitido más de veinte avisos con las réplicas que se han ido produciendo, algunas de ellas con diez minutos de diferencia.
La estación del Valle de Arán tiene uno de los sismógrafos que lo ha registrado, tal y como muestran los gráficos que ha publicado el Instituto Cartográfico y Geológico de Cataluña (ICGC). Desde allí se duda de que la población haya sido consciente los temblores. Es más, este lunes por la mañana en la zona fronteriza entre Francia y España, cerca del Ampurdán (Gerona), se han registrado dos terremotos (de 2,7 y 1,8 grados respectivamente) y el Instituto está recabando datos sobre su percepción. Por el contrario, no se está pidiendo colaboración ciudadana sobre la percepción de los temblores de Turquía y Siria.
Josep Batlló, sismógrafo del ICGC, ha considerado durante una entrevista en TV3 que aunque se trata de la zona más sísmica de Europa, porque las fallas del este y norte de Anatolia tienen una actividad muy importante, el terremoto de la frontera turca es «un seísmo excepcional» y ha destacado que el hecho de que se haya producido a poca profundidad, muy cerca de la superficie, es lo que lo hace más devastador. «Los superficiales son los que provocan más daño», ha remarcado.
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