Temor a un retroceso en la lucha contra el calentamiento global en la Cumbre del Clima

En el recinto ferial situado en medio del desierto, en la ciudad balneario de Sharm el-Seij, casi 200 países han entrado en la segunda semana de negociaciones para desarrollar el Acuerdo de París, por el que se comprometieron a limitar el calentamiento global a 1,5 ºC o a mantenerlo por debajo de los 2º para frenar los peores impactos del cambio climático, con huracanes reforzados, olas de calor extremas o lluvias torrenciales cada vez más frecuentes e intensas.

En un contexto geopolítico y económico complicado, las conversaciones de este año no están poniendo fáciles los avances. Lo habitual en estas cumbres es que el sábado de la primera semana de negociaciones se publique un primer borrador que sea la base sobre la que se trabaje hasta lograr una declaración política final. Pero este borrador no solo se ha retrasado, sino que el texto que se ha publicado la madrugada del lunes al martes no representa un esbozo de las negociaciones, sino que se trata de una enumeración de temas que los países han pedido incluir en las negociaciones. Es decir, sobre muchos de ellos no hay ningún acuerdo.

Pese a ello, aunque figura la necesidad de hacer un llamamiento a mantener en 1,5º el calentamiento global, no hay mención explícita a reducir la explotación de combustibles fósiles, lo que ha levantado suspicacias entre algunos países y entre las organizaciones que acuden de observadoras a la cumbre. «Es poco creíble que se hayan olvidado de los combustibles fósiles, especialmente con la gran presencia del cártel del carbono presente aquí en Sharm el-Sheij. Mires donde mires puedes ver y oír la influencia de la industria de los combustibles fósiles. Han aparecido en un número récord para intentar desvincular la acción climática de la eliminación de los combustibles fósiles», dice Yeb Saño, director ejecutivo de Greenpeace Sureste de Asia.

«Hay algo que nos parece que no puede caer (del acuerdo), que es el compromiso alcanzado en Glasgow de ir reduciendo e ir eliminando los subsidios a los combustibles fósiles y dejando atrás la economía del carbono y esto no aparece todavía en la lista de los aspectos recogidos en la propuesta de los egipcios«, ha dicho a los periodistas la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, que asiste esta semana a las negociaciones. »Hay muchos países que vamos a reivindicar que no se dé un paso atrás con respecto a los avances de Glasgow».

También el presidente de la cumbre del año pasado, Alok Sharma, ha advertido de la necesidad de no dejar caer el objetivo del 1,5º, el más ambicioso de los planteados debido al gran recorte de gases de efecto invernadero que requiere de aquí a 2030: de un 45%. Según fuentes negociadoras de alto nivel citadas por la BBC, existe la percepción de que la presidencia egipcia está luchando por encontrar puntos en común entre países desarrollados y en desarrollo, por lo que el enfoque sobre limitar la temperatura a grado y medio podría suavizarse para llegar a un acuerdo.

Otro tema clave para esta cumbre son los fondos, cuya discusión tiene tres partes, según su destino: financiación (para reducir emisiones), adaptación (para reducir los daños que pueda causar el cambio climáticos) y lo que se ha llamado 'daños y pérdidas'. Este último está pensado para abordar los impactos que ya se están dando en muchos países vulnerables y los que ya no se van a poder evitar, y es la primera vez que está siendo tratado en una cumbre del clima. El borrador publicado por la presidencia da pocas señales sobre cómo van las negociaciones, aunque este martes el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, ha asegurado que, a día de hoy, no ve posible un acuerdo esta semana sobre un fondo para pérdidas y daños, aunque la UE «está abierta» a buscar soluciones.

Algunos países han planteado 2024 como fecha tope para encontrar una solución a este tema, de vital importancia para los países más vulnerables. «2024 está a mitad de camino de 2030, eso es demasiado poco y demasiado tarde para países como Maldivas. Por lo tanto, establecer un mecanismo de financiación que esté dedicado bajo el sistema de la ONU es la prioridad número uno para Maldivas y los Pequeños Estados Insulares», ha dicho Shauna Aminath, ministra de Medio Ambiente de Maldivas.