El peligro de utilizar el «smartphone» en el extranjero

Cuando esto pasa en España no hay problema si tenemos contratada una tarifa plana, pero fuera del país los precios por navegar se disparan (cada mega descargado en el extranjero puede incrementar la factura en una media de nueve euros). «Algunos se han encontrado con recibos de cientos y miles de euros al volver de otro país porque no saben que aunque su operadora le asegure que puede disfrutar de internet donde quiera, las tarifas planas sólo tienen validez en España», explica Rocío Algeciras, miembro del gabinete jurídico de la organización de consumidores Facua .

Lo recomendable antes de viajar es consultar con su operadora cuál es el precio por conectarse en el extranjero. Si además es usuario de una Blackberry, iPhone, etc, debe asegurarse de que el teléfono no esté configurado para conectarse libremente. Se puede desconectar desde el menú de configuración o ajustes del móvil.

Para evitar sustos en las facturas, la Comisión Europea (CE) ha establecido desde el 1 de julio de este año un tope en las tarifas . Los operadores tienen la obligación de interrumpir la conexión móvil a internet automáticamente cuando el usuario alcance los 50 euros de facturación (IVA no incluido) por servicios de datos en itinerancia (conexiones a internet, descarga de música, etc). El límite fijado por la CE sólo puede variar si los usuarios acuerdan otra cifra más alta o baja con su compañía, que, además, deberá enviar un mensaje de alerta al cliente cuando alcance el 80% del máximo establecido.

Así que, en caso de que tras su estancia en una país de la UE reciba una factura por un importe superior a los 50 euros fijados por la CE o a la cantidad que haya acordado usted con el operador, tiene todo el derecho a reclamar la devolución de la cantidad.

Otra historia es si viaja a un país no comunitario. En ese caso, tendrá que informarse a través de su compañía de las tarifas que van a aplicarle si utiliza internet porque puede encontrarse con una desagradable sorpresa a la vuelta. Para que se hagan una idea, visualizar un vídeo de 2,6 Mb en un diario online puede costarle hasta 30,16 euros con las tarifas más caras de las compañías españolas. Poca cosa si se compara con los más de 3.000 euros que le puede costar ver un episodio de una serie de televisión, según un estudio realizado por Facua.

Una de las víctimas de este desconocimiento fue Ángel V.V., que recibió una factura de Orange que incluía 10.983,94 euros en concepto de «consumo en servicio de datos/internet» por los poco más de 7 Gigas que habían supuesto sus conexiones durante un viaje a Andorra. Este usuario consiguió, a través de Facua, que la operadora le devolviera el importe alegando que no recibió información ni contractual ni verbal que aclarase que la tarifa plana sólo se aplica dentro de España ni cuáles son las tarifas en el extranjero. Pero en estos casos siempre es mejor prevenir que curar.