Bill Gates quiere acabar con el 'desastre climático' que provoca el aire acondicionado: esta es la solución

Sin embargo, en 2006 dio un vuelco a su vida, pues decidió aparcar su trabajo en Microsoft y centrarse en las obras filantrópicas a través de sus fundaciones. Según la OCDE, en 2009 destinó 1.800 millones de dólares en subvenciones para mejorar la salud en los países en vías de desarrollo, principalmente en la investigación contra vacunas contra la malaria y otras enfermedades.

Ocupando la salud buena parte de su tiempo, el medio ambiente es posiblemente la mayor preocupación de Gates. El magnate acude a numerosas conferencias, lidera proyectos y, además, destina grandes cantidades a luchar contra el cambio climático.

En 2010, financió un proyecto que consistía en crear máquinas capaces de absorber toneladas de agua de los océanos y transformarlas en micropartículas con el objetivo de expulsarlas al cielo para así filtrar los rayos del sol y enfriar la Tierra.

Las inversiones de Gates en este ámbito se cuentan por miles y cuando ya ha terminado un trabajo ya está pensando en el siguiente. El último que ha atraído su mirada (y su dinero) es el desarrollado por la startup Blue Frontier.

Este pequeño grupo ha diseñado unos nuevos sistemas de aire acondicionado que, a través de una solución salina, reducen de manera considerable la emisión de los gases refrigerantes que expulsan los aparatos convencionales y que son altamente contaminantes. Además, el producto de Blue Frontier, según sus estimaciones, reduciría hasta un 60% el gasto anual de electricidad. La idea ha convencido a Bill Gates, pues el empresario va a destinar 20 millones de dólares al proyecto.

El aumento de las temperaturas, y las cada vez más frecuentes olas de calor, están provocando una utilización más extendida del aire acondicionado y, con ello, un mayor consumo energético. De hecho, el Boletín Oficial del Estado ha publicado el real-decreto de medidas de ahorro y eficiencia energética aprobado por el Gobierno de España que recoge la obligatoriedad en edificios públicos, espacios comerciales y grandes almacenes, infraestructuras de transporte, espacios culturales y hoteles de limitar a 27 grados el uso del aire acondicionado en verano y a 19 grados la calefacción en invierno.