Sólo dos activistas de Futuro Vegetal declaran ante la juez y niegan una estructura criminal

El resto de declaraciones - estaba previsto que también dieran explicaciones otros siete militantes, entre ellos la cara visible del colectivo, Eduardo Jesús Rovira (más conocido como Bilbo Bassaterra) -fueron suspendidas debido a un problema de agenda del Juzgado de Instrucción número 29 de Madrid. De momento no se ha fijado una nueva fecha.

La juez María Cristina Díaz acordó su citación en calidad de investigados después de que la Brigada Provincial de Madrid explotara el pasado diciembre la operación Spora, por la que una veintena de activistas de Futuro Vegetal fueron detenidos.

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El líder de Futuro Vegetal fabricó facturas falsas para desviar donaciones

Adriana Cabezas

Bassaterra pasó como gastos del colectivo la compra de su caravana o un pago de 5.500 euros a su expareja

La tesis policial entonces, tras un año de pesquisas, era que el movimiento ecologista podría estar operando como una organización criminal con un claro reparto de tareas, una finalidad delictiva y un elevado número de integrantes coordinados por unos líderes que recibían remuneraciones por sus responsabilidades.

En un reciente informe policial presentado en el juzgado, como informó ABC, los agentes concluyen que un «selecto grupo de cabecillas» -conformado en total por 13 personas- desvió fondos del colectivo mediante facturas falsas para su «enriquecimiento personal» y sufragar «intereses particulares». Destacan especialmente las retiradas de dinero, propiedad de Futuro Vegetal, que habría hecho Bassaterra.

Se sospecha que destinó las donaciones para la lucha contra el cambio climático en comprarse una caravana o pagar hasta 5.500 euros a su expareja, con la que comparte una hija. Lo pasó como si fuera un gasto de Futuro Vegetal en una tienda de ropa. En total se calcula que habría fabricado facturas falsas para justificar el desvío de más de 44.000 euros de donativos.

El pasado enero, en conversación con ABC, Bassaterra justificó los movimientos de dinero como «gastos de mantenimiento» y negó que los traspasos de las cuentas de donativos fueran remuneraciones por coordinar una presunta actividad delictiva. Ya entonces reconoció que había otros miembros que recibían una cantidad mensual. El concepto que figuraba en las transferencias es 'Gamva'.

  «Es un dinero que recibe un pequeño grupo de gente a la que se le cubre los gastos vitales y necesidades, ya que se necesita que haya gente que esté a tiempo completo. No es un sueldo y no se paga por hacer algo concreto. Es un dinero destinado a la supervivencia», explicó Bassaterra, que indicó que 12 personas más han llegado a cobrarlo. Sostiene que la Policía está criminalizando el derecho de protesta.

Según la Policía, el análisis del uso de los fondos revela que sólo el 40% de los 128.693 euros que Futuro Vegetal recibió en donaciones en el año 2023 se destinó a acciones relacionadas con el activismo climático. Es decir, más de 76.000 euros se habrían destinado a otros fines. El organismo encargado de custodiar su dinero, All for Climate, ya ha bloqueado sus cuentas, después de que otros miembros del colectivo denunciaran un posible fraude.