No solo determina la gravedad: así cambia la vacuna los síntomas del Covid-19

Ahora, un informe elaborado por ZOE Salud, un proyecto conjunto de recolección de datos entre la compañía de ciencias de la salud ZOE e investigadores del King's College de Londres, el Hospital General de Massachusetts, Harvard y la Universidad de Stanford, intenta arrojar luz sobre el asunto. En base a la información aportada por los más de 4 millones de usuarios de la aplicación ZOE Covid Study, se han clasificado y rastreado los síntomas del virus desde que comenzara la pandemia.

El análisis clasifica a las personas según su estado vacunal: si han recibido la vacunación primaria (con dos dosis), si solo han recibido un pinchazo o si en cambio, nunca se han vacunado frente a la infección por coronavirus.

Cuatro de los cinco síntomas más comunes, incluidos dolor de garganta, secreción nasal, tos persistente y dolor de cabeza, aparecieron en los tres grupos, pero su prevalencia varió. Las personas no vacunadas experimentaron fiebres con mayor frecuencia, que no aparecían entre los cinco síntomas principales de los otros grupos.

Pero su estado de vacunación podría afectar la cantidad de esos síntomas que experimenta simultáneamente. Quienes completaron su vacunación o recibieron una dosis de la vacuna informaron de menos síntomas durante un «período de tiempo más corto» en comparación con las personas no vacunadas, según el estudio.

Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estadounidenses, las personas vacunadas con una o dos dosis tenían un 60% menos de riesgo de desarrollar síntomas como fiebre en comparación con las personas no vacunadas. En dicha encuesta, los participantes vacunados pasaron de dos a seis días de enfermedad menos en cama en comparación con los no vacunados.

El estudio de ZOE señaló un hallazgo común en los tres grupos: una disminución notable en los síntomas «tradicionales» de Covid de la variante inicial del virus, esto es, la que empezó a circular en Wuhan, como dificultad para respirar y pérdida del olfato.

De hecho, hay que descender muchos puestos en la clasificación actual de estos síntomas para encontrar un síntoma tan frecuente como la pérdida del olfato o del gusto al principio de la pandemia. Y es que la variante Ómicron del coronavirus ha cambiado las normas y rara vez provoca estos síntomas.

La inclusión en el análisis de datos relativos a las nuevas dosis de refuerzo de las vacunas podría cambiar potencialmente la lista de síntomas del ranking y su duración potencial para las personas que han completado su serie de vacunas primarias.