Los sindicatos plantan a Mónica García en la cuenta atrás para negociar el Estatuto Marco

Los sindicatos que participan en la negociación —Satse-FSES, CCOO, UGT, CSIF y CIG-Saúde— denuncian que antes del parón estival acordaron con el ministerio retomar las negociaciones en la segunda quincena de septiembre, pero hace pocos días recibieron una nueva convocatoria para este jueves. «Consideramos inadecuado mantener la reunión del día 4 de septiembre dado que requerimos poder contar previamente con una nueva versión del anteproyecto de ley del Estatuto Marco que incluya las alegaciones realizadas por las CCAA, y no al revés, a fin de que podamos fijar nuestra posición final», señalan en un comunicado.

Critican además los sindicatos que el Ministerio de Sanidad quiera acelerar la negociación para cerrar un texto definitivo por «razones más de tipo político como adaptarse a los tiempos del Gobierno a la hora de presentar nuevos proyectos normativos en el Congreso de los Diputados» y denuncian «sucesivas incidencias» por parte del departamento de Mónica García durante estos meses para acelerar o paralizar el proceso, según el momento, «sin una razón conocida».

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Sanidad por su parte insiste en mantener la reunión prevista para este jueves. El objetivo del encuentro, aseguran fuentes del ministerio, es terminar de perfilar el texto en lo que se refiere a las cuestiones que le competen, como la carrera profesional, las guardias o la movilidad, entre otras.

Sin embargo, el departamento que encabeza Mónica García defiende que las cuestiones que los sindicatos consideran irrenunciables para cerrar un texto definitivo, como las retribuciones o la jubilación parcial, no son de su competencia y, por tanto, no se pueden incluir en el Estatuto Marco. Sanidad se excusa en que incluir estas cuestiones en el proyecto supondría invadir competencias.

En concreto, Sanidad hace referencia a dos informes de los servicios jurídicos del ministerio en los que se analiza la posibilidad de incluir en el anteproyecto de Estatuto Marco la jubilación anticipada de los médicos y la adaptación de las retribuciones a las nuevas categorías profesionales. Sobre ambos aspectos, los documentos en cuestión señalan que se tratan de materias propias de la normativa de seguridad social, por lo que su negociación corresponde al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y no se pueden regular en este texto.

El ministerio pide a los sindicatos que reconsideraran su decisión y acudan al encuentro, pero las organizaciones no han cedido e insisten en continuar con el plan acordado antes de verano. Estas últimas inciden además en que mantienen sus líneas rojas, cuestiones a las que no están dispuestas a negociar, como las retribuciones o la jubilación anticipada y parcial.

Desde que comenzó la negociación, han sido varios los frentes a los que se ha enfrentado el ministerio por el texto. La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz convocaron una huelga el pasado junio para manifestar su descontento con el texto. Además, repetirán el paro el próximo 3 de octubre. Tampoco las comunidades autónomas se mostraron conformes en la forma en la que Sanidad ha llevado la negociación. Por ello, a finales de julio Sanidad acordó con las autonomías abordar el texto juntas después de que la mayoría manifestaran su descontento.

La ministra reconoció entonces que si el texto no se aprueba en Consejo de Ministros durante el otoño, es probable que su reforma termine «en un cajón». Pero el departamento que encabeza Mónica García todavía confía en poder sacar adelante un anteproyecto que cuente con el visto bueno de los sindicatos. La negociación ahora, apuntaron las mismas fuentes, debe trasladarse al Foro Marco de Diálogo Social, en el que además del ministerio y las organizaciones sindicales participen también las comunidades autónomas.