Sergio Fernández, el portero que 'educa' a los fiesteros en TikTok

Millones de jóvenes siguen los consejos de este padre de familia, que ha logrado ‘retirarse’ de la puerta de las discotecas gracias a las redes sociales

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Sergio Fernández, apodado el Portero de Tiktok, acaba de sacar un libro con sus vivencias isabel permuy

16/06/2023
Actualizado a las 21:02h.

Aunque lleva dos décadas batallando en puertas de discotecas, Sergio Fernández (Toledo, 41 años) nunca pensó que sus historietas interesasen más allá de su círculo más cercano. Hasta que su hijo mayor, de 21 años, le insistió en que tenía que abrirse una cuenta ... en TikTok para contar cómo era su trabajo. «A mí me daba vergüenza, pero él me decía que tenía experiencia, carisma... Y le hice caso», recuerda. Comenzó en la cocina de su casa, dando consejos a los jóvenes y desterrando los prejuicios del oficio, siempre con un toque de humor. Luego se empezó a grabar en la entrada de los locales y arrasó. Hoy acumula 2,8 millones de fieles en TikTok y cuatro entre todas las redes sociales. «Quiero mejorar la imagen de los porteros de discoteca y concienciar a los chavales».

La mayoría de su público, reconoce, es el que más frecuenta la noche: jóvenes de entre 18 y 30 años. Pero también padres que quieren conocer los peligros que esconden algunas fiestas. «Recibo decenas de mensajes de chicos que quieren ser como yo. Y yo les digo que no, que estudien, porque nuestro trabajo no es divertido, puede ser incluso peligroso. Hay gente que está batallando para ganar 50 o 60 euros. Pero es un extra que hace falta».

Sergio Fernández es de esos que vio en la puerta de la discoteca una salida para tener más ingresos. «Dejé el instituto con 16 años, me puse a currar y, como no me llegaba con los sueldos que había, trabajaba en un gimnasio y en la noche», relata Fernández. Entre hierros le llegó otra oportunidad increíble: convertirse en 'strongman'. De hecho, llegó a competir en un campeonato mundial en Uzbekistán. A lo largo de su vida, relata, ha tenido «curros varios, desde gasolineras hasta la construcción», casi siempre alternándolos con su trabajo como portero.

No es divertido

«Muchos chavales me dicen que quieren ser como yo, pero yo les digo que estudien»

La familia, admite Fernández, siempre ha vivido esta vocación con cierta inquietud, pese a su imponente físico. «Se acostumbran a que salgas de casa de noche y vuelvas al alba, aunque muchas veces he llegado más tarde porque he estado en el hospital. Ahí llega lo complicado, avisar a tu mujer o a tu madre de que en lugar de llegar a las 7.00 horas vas a llegar a las 11.00 y con el brazo en cabestrillo. Y al día siguiente a trabajar, porque en teoría nuestro trabajo no es físico. Nuestra misión es controlar el aforo y evitar que pasen menores o borrachos, no impedir un abuso o separar peleas, para eso hay que llamar a la Policía». En redes sociales, reconoce, a veces tiene que contar una versión ‘light’ de sus peores vivencias: «Si cuento que me intentaron apuñalar o me dieron con la botella en la cabeza me censuran el vídeo».

Pocas colaboraciones

Por el momento, el éxito de su TikTok ha permitido a Sergio Fernández dejar, al menos temporalmente, la puerta de las discotecas. «Mucha gente venía a pedirme fotos y no podía ejercer de forma responsable mi oficio. Además ya estaba ganando dinero en redes. Un mes bueno en TikTok pueden ser 1.700 euros y Youtube paga mejor. ¿Para qué voy a jugármela?», explica este 'influencer' que, a diferencia de la mayoría, rechaza casi todas las colaboraciones.

Sólo ha dicho que sí, de momento, a la revista literaria Zenda, de Arturo Pérez-Reverte, con la que promociona la lectura entre los jóvenes. Él mismo acaba de publicar su propio libro: ‘El Portero’. «Quiero tener una imagen seria. Pronto empezaré también mi propia empresa para formar controladores de acceso. Quiero vender lo que estoy divulgando».