El sargazo, el alga que amenaza con destruir el turismo del Caribe mexicano
De olor nauseabundo, llega a la costa de forma masiva por el cambio climático, el calentamiento de los océanos, los vertidos y los pesticidas
Un estudio concluye que el calor extremo de abril solo fue posible por el cambio climático
Corresponsal en México
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Iniciar sesiónEl sargazo no sólo se ha convertido en el gran problema mexicano, sino que afecta a todo el Caribe y Florida. Algunas de sus manchas llegan incluso a Europa y se extienden desmesuradamente por la costa occidental africana. La Phaeophyceae o macroalga planctónica ... de color parduzco arriba de forma masiva a las playas por un crecimiento desorbitado alimentado por múltiples factores: el calentamiento de los océanos por el cambio climático, la deforestación del Amazonas, los vertidos de aguas residuales y, en su inmensa mayoría, los pesticidas y fertilizantes que acaban en el mar engrandeciendo el alga y propiciando su florecimiento superlativo.
Ese desequilibrio en la naturaleza provoca que las mareas empujen al temible sargazo a las diferentes playas de quince países del Caribe, que dejan 'ipso facto' de ser paradisiacas.
El alga se posa ya muerta sobre la costa y deja un hedor nauseabundo, al que se añade una imagen desagradable. Su llegada ha supuesto un récord este año, provocando un impacto negativo en el turismo caribeño, indispensable en la economía de la zona.
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En riesgo están destinos turísticos tan conocidos como Quintana Roo (estado mexicano en el que se sitúa Tulum y Cancún) en un país en desarrollo donde el turismo supone el 90 % del PIB. Hasta sus atractivas lagunas (cenotes) se ven afectados por la contaminación del sargazo.
El Earth Observatory de la NASA ha informado, sustentado en los investigadores de la Universidad del Sur de la Florida (USF), que el gran cinturón de 'sargassum' en marzo contabilizó unos trece millones de toneladas que impide desovar a la tortugas y mata a invertebrados, peces y aves. También asfixia la fotosíntesis desde hace unos diez años, impidiendo el movimiento y la respiración de gran parte de las especies marinas.
Esta desagradable alga marrón en las orillas libera gas sulfhídrico, arsénico, zinc y otros químicos añadidos que otorgan ese olor inconfundible a huevos podridos provocando la mortalidad de nada menos que la mitad del apreciado coral mexicano, además de afectar sobremanera a los animales acuáticos. No es la única desventaja de la sobredimensión del sargazo que, aunque siempre existió, aumentó exponencialmente desde 2011. Debido a su llegada al manto freático -la superficie que toma los puntos donde la presión del agua y la presión atmosférica son iguales- genera el peligroso envenenamiento del sistema acuífero que, sólo entonces, afecta a la parte vegetal, animal y humana.
Esta emergencia y catástrofe climática lleva parejo un empobrecimiento ambiental y la destrucción de la biodiversidad, añadido a la emisión de toneladas de CO2, ya que el sargazo lo captura demostrando así su consabido papel beneficioso en la disminución de los gases de efecto invernadero. Sin embargo, cuando toca las playas mexicanas se inicia su mortalidad liberando gas y metano que es más agresivo que el carbono para la atmósfera, contribuyendo a agudizar aún más el cambio climático y el calentamiento global.
El sargazo ha pasado de alcanzar las costas durante dos meses a ocho meses al año y se espera que alcance todo el año antes de 2028. De hecho, comenzó el pasado febrero y, según todos los estudios, junio y julio supondrán los meses con más alcance.
Iniciativa española
La solución del problema la protagoniza Ignacio Muñoz, empresario español afincado desde hace años en la nación hermana. Responsable de la iniciativa de 'The seas we love' en colaboración con la 'Asociación de Hoteles de Riviera Maya', la más grande del Caribe con 450 miembros, busca recolectar el sargazo en alta mar cuando está aún vivo y es «una barrera oceánica» mediante unas barcazas de 5.000- 10.000 metros cúbicos desde Cozumel hasta el sur de Tulum.
La idea, que respeta los requerimientos de la Semarnat (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales), consiste en succionar el alga, de forma parecida a lo que se hace con los residuos petroleros, en una logística de transferencia que lo convierte en biogás. Éste, sería consumido en el destino turístico para sustituir al gas licuado de petróleo (LP) por uno más beneficioso para el medioambiente, evitando emisiones y generando un modelo de economía circular sostenible. Los restos se convertirían en alginatos y biofertilizantes, extrayendo el arsénico.
La organización se ha puesto en contacto con universidades, asociaciones científicas y las cámaras comerciales en busca de una solución. Diferentes actores del sector hotelero temen que los destinos turísticos pierdan calidad y el visitante se vea decepcionado al comparar las playas sucias de sargazo con las fotos maravillosas de las webs turísticas.
¿Erradicará el turismo?
Los hoteles se dejan 80 millones de dólares al año en que el ejército limpie las costas debido a que el Gobierno mexicano, concretamente la Semar (Secretaría de Marina), monitorea y comprueba con anticipación la llegada del alga perjudicial para recogerla un 2% o 3%.
Los hoteles acumulan un gasto del 30% de todo el presupuesto en la limpieza de sus parcelas, de las que disfrutan a modo de concesión del litoral, ya que la playa en su totalidad es pública.
Este coste resulta insufrible a largo plazo, además de demostrar la profunda militarización mexicana cuyo artífice es el presidente López Obrador, a cuyas órdenes avanza a pasos agigantados.
Sin embargo, el gobierno de AMLO deja pasar el sargazo y está centrado en el Tren Maya, en el que invierte miles de millones de dólares, una obra faraónica del presidente mexicano que supuestamente llevaría a los viajeros en busca de un turismo más cultural sustituyendo al de sol y playa.
Además, recoger el sargazo en la playa es una medida poco ecológica porque se traslada a un 'vertedero' municipal poco adecuado donde continúa liberando gases nocivos. Los municipios sin recursos no pueden hacer nada.
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Un círculo vicioso que vislumbra potentes carencias sin abordar teniendo en cuenta el tamaño gigantesco del problema. El sargazo ya ha llegado a Marbella, Irlanda y Escocia, así que la mayor amenaza medioambiental latinoamericana, con los años y el cambio climático, nos acabará afectando.
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