Sanidad sortea la suspensión de la «ley Sara» con una nueva norma para que solo cirujanos con competencias hagan intervenciones estéticas

Sara murió el 1 de enero de 2022 tras permanecer 28 días en la Unidad de Cuidados Intensivos. Su familia aseguró entonces que sufrió perforaciones con la cánula empleada para extraerle la grasa, lo que derivó en una hemorragia y daños en numerosos órganos.

Los cambios legales que emprendió el Ministerio de Sanidad fueron una victoria para la familia de Sara Gómez. También fueron aplaudidos por los cirujanos plásticos, aunque rechazada por la Sociedad Española de Cirugía Estética, compuesta por médicos que no son especialistas en plástica y se consideran perjudicados por la nueva normativa. Esta organización es la que ha logrado la suspensión cautelar en la Audiencia Nacional por defectos de forma porque la prohibición de operar a otros especialistas se aprobó mediante una orden ministerial, una modificación legislativa de menor rango que el Real Decreto de 2003 que sí lo permitía.

El Ministerio de Sanidad ha decidido no recurrirlo para ganar tiempo, el mismo que quiso ahorrarse cuando decidió modificar anexos con una orden ministerial. Aunque su nueva decisión pueda interpretarse como una renuncia, fuentes de departamento de Mónica García aseguran que la intención es avanzar en una nueva normativa porque el recurso en la Audiencia Nacional retrasaría aún más el proceso.

En línea con las recomendaciones de la Abogacía del Estado, se priorizará la defensa en el juicio contencioso administrativo. En paralelo a esta defensa, Sanidad trabaja en otras regulaciones dotadas de mayor seguridad jurídica para garantizar que las intervenciones de cirugía plástica se realicen exclusivamente por profesionales con la formación y titulación adecuadas. Esta formación adecuada incluiría a los cirujanos plásticos y a aquellos con otra especialidad quirúrgica o médico-quirúrgica que tengan competencias en cirugía estética en su programa formativo oficial.

Por tanto, un cirujano cardiovascular o un traumatólogo con un master en cirugía estética, nunca podría realizar una liposucción.

De momento, la orden ministerial sigue en suspenso y nada cambia hasta que Sanidad publique su nueva normativa.