Sanidad se abre a retrasar a los 72 años la jubilación voluntaria de los médicos de Atención Primaria

Fue tras una reunión que Mónica García mantuvo este jueves con el consejero de Salud de País Vasco, Alberto Martínez, cuando este último valoró que el ministerio vaya a estudiar su propuesta, que pasa por retrasar «de forma excepcional y urgente la jubilación voluntaria hasta los 72 años en Atención Primaria, como sucede en la medicina privada», según informó el departamento de Salud vasco en un comunicado.

Fuentes de Sanidad confirman a ABC que se está estudiando la propuesta e inciden en que sería voluntario. De hecho, según apuntan, en el borrador de anteproyecto de Estatuto Marco que el ministerio ha hecho llegar a los sindicatos ya figura esta medida. Destacan además que actualmente ya existe la figura de jubilación activa mejorada, a la que se han adscrito el 40 por ciento de los profesionales de Atención Primaria que se jubilaron el año pasado. En principio, añaden, no se contempla para especialidades fuera de este ámbito.

Noticia Relacionada

Médicos dispuestos a ir a una huelga: «Es la última llamada de auxilio»

Elena Calvo

Esa adherencia a la medida, sin embargo, no la perciben los médicos. No tiene sentido, considera Víctor Pedrera, secretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), aplicarlo solo a los médicos que trabajan en la Atención Primaria y no al resto de especialidades, por lo que se mantiene «escéptico» ante ese posible retraso. Hasta ahora, dice, «el resultado en Atención Primaria ha sido dispar, pero en general ha sido pobre porque las condiciones laborales de Primaria no son las más óptimas y la mayoría de los médicos, cuando alcanzan la edad mínima para poder jubilarse, lo hacen sin retrasos. Sería interesante que lo hicieran extensible a otras especialidades donde la penosidad sea menor», expone.

Además de ser «poco práctico», critica Pedrera, la medida tiene otras connotaciones que no son positivas para los médicos, pues al tener dos pagadores el tratamiento fiscal que se da a los profesionales es más duro, por lo que asegura que esta jubilación activa «no es ningún chollo». El asunto, dice, se debería abordar «con seriedad» y pensando a largo plazo en el Estatuto Marco —la norma que regula las condiciones laborales de los profesionales de la sanidad— «con unas condiciones laborales de los médicos que sean equiparables a las de otros países de la Unión Europea». Si no, advierte, aumentará el «problema serio de adherencia» de los médicos a la sanidad pública que actualmente existe.

También el presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), José Polo, cree que la medida debería extenderse a todas las especialidades, así como a todas las comunidades autónomas: «¿Por qué se va a señalar solo a unos?». Son «muy pocos», asegura, los facultativos que se acogen a esta figura de jubilación en activo. Aun así, insiste este médico, se debe asegurar que sea solo de forma voluntaria y estudiar bien las condiciones, como la carga de trabajo que conllevaría o si implicaría también realizar guardias.

En cualquier caso, Polo hace hincapié en la necesidad de evaluar la capacidad resolutiva del médico. «Llevamos muchos años pidiendo una recertificación en el sentido de que el médico que pueda acceder a esa jubilación en activo de forma voluntaria tenga la capacidad tanto física como mental. Y por supuesto que acepte voluntariamente», sostiene.

De la reunión con Mónica García, el consejero de Salud del Gobierno vasco destacó que la «situación crítica» actual requiere de «medidas a medio y largo plazo, pero también actuaciones urgentes» como la de retrasar la edad de jubilación voluntaria. Tras el encuentro, Alberto Martínez insistió en que no estará satisfecho hasta que «dispongamos del número de médicos suficiente para cubrir todas las necesidades de la sociedad, una responsabilidad que corresponde al Ministerio».