El sacerdote que sobrevivió a un atentado con bombas en 2011 y murió quemado vivo en Nigeria
El Papa recuerda a Isaac Achi, asesinado el domingo en la casa parroquial
Los asaltantes dispararon por la espalda a otro cura que trataba de huir de la casa en llamas
Corresponsal en el Vaticano
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Iniciar sesiónEl Papa Francisco ha recordado con delicadeza al sacerdote al que asesinaron quemándolo vivo el pasado domingo en Nigeria. «Os pido que recéis conmigo por el padre Isaac Achi, de la diócesis de Minna, en el norte de Nigeria, asesinado en su casa ... parroquial», ha solicitado durante la audiencia general de este miércoles en el Vaticano. «¡Cuántos cristianos sufren la violencia en su piel! Recemos por ellos», ha añadido el Pontífice.
Isaac Achi ya sobrevivió a un atentado con bombas en 2011, pero este domingo no consiguió escapar de sus agresores. Según la agencia del Vaticano «Fides», que recoge informaciones de los territorios de misión, el asalto se produjo la noche entre el sábado y el domingo, en torno a las tres de la mañana. Los agresores rociaron la casa y los alrededores con gasolina, antes de prenderle fuego.
Según la reconstrucción del obispo Luka Sylvester Gopep, un grupo de bandidos asaltó de madrugada la casa parroquial de la iglesia de San Pedro y San Pablo, en las afueras de Kaffin Koro, donde se alojaban dos sacerdotes. «Como no consiguieron entrar, prendieron fuego a la casa y quemaron vivo al sacerdote. Antes de prender fuego, dispararon indiscriminadamente, prueba de que querían matar», explica. En su opinión, «si hubieran querido robar o secuestrar, habrían actuado diversamente».
De algún modo, el otro sacerdote que estaba dentro, Collins Omeh, sí que consiguió escapar, pero recibió un disparo en el hombro. A pesar de las heridas, no está en peligro de muerte.
Kaffin Koro está a unos 120 kilómetros de la capital de Nigeria, Abuya, en el centro del país. Se enmarca en la diócesis de Minna, un territorio en el que residen 3.400.000 personas, de las que el 2,6%, o sea 88 mil, son católicas. El asesinato se atribuye a una banda de pastores fulanis, tribus nómadas que siembran el caos en la región para obtener el control de las tierras y los pastos. La desertificación causada también por el cambio climático los obliga a desplazarse hacia el sur, y a invadir territorios de agricultores.
No son tiempos fáciles para los cristianos en Nigeria. En 2022 fueron asesinados allí cuatro sacerdotes, y otros 28 fueron secuestrados. El sábado fue secuestrado el sacerdote Michael Olofinlade, en Omu Ekiti, en el suroeste del país; y fue puesto en libertad este martes por la tarde. «Lo secuestraron cuando regresaba de una misión, fuera de la parroquia», a unos 4 km de su iglesia. Nada más ser liberado, fue trasladado a un hospital.
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Esta semana la ong «Open Doors», en su informe sobre persecución religiosa en 2022, asegura que el número de secuestros de cristianos pasó de 3.829 a 5.259. De ellos, casi cinco mil, se produjeron en tres países de África: Congo, Mozambique y Nigeria.
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