Regalan al Papa el casco del periodista David Beriain

Desde el avión papal, Cabrejas ha confirmado la entrega del regalo. «Reporteros Sin Fronteras regaló al papa Francisco el casco del periodista David Beriain. Un bonito homenaje para un gran reportero y su familia», ha publicado en Twitter, intentando quitarse el mérito.

En la misma red social, Reporteros Sin Fronteras ha celebrado el gesto. «El Papa recibe un casco de RSF España en su viaje a Canadá. Perteneció a David Beriain, asesinado junto a Roberto Fraile, y fue donado por su mujer a RSF. Nuestro recuerdo a todos los periodistas muertos por su labor. Gracias Cristina Cabrejas por dárselo en nuestro nombre», publican en Twitter.

Alfonso Bauluz, presidente de esta organización en España, ha dicho que el gesto es un «recordatorio de la importancia de los equipos de seguridad den zona de guerra, y que ellos están renovando estos dispositivos.

Según explican desde esta organización, David Beriain preparaba atentamente el material de seguridad de sus coberturas, y para recordarlo, la productora «93 metros» que él mismo creó junto a su mujer Rosaura Romero ha donado cascos y chalecos para ayudar a los periodistas que estén cubriendo la guerra en Ucrania.

En junio de 2021 Reporteros Sin Fronteras lanzó una app fundamental para periodistas de guerra durante un homenaje a los dos reporteros españoles asesinados. Se llama 'Chaleco Digital' , y almacena en tiempo real datos de lugares hostiles. Por ejemplo, ofrece un 'botón SOS' , comparte la ubicación en tiempo real de quien la usa, y registra el nivel de peligro de la zona, para ayudar a otros.

El avión del Papa ha despegado desde Roma a las 9:17 de la mañana y aterrizará en Edmonton (Canadá) en torno a las 19:20, hora española. El pontífice iba en silla de ruedas, por lo que ha abordado el avión en un pequeño montacargas. Francisco ha hecho el saludo a los periodistas de pie, pero en vez de acercarse a los asientos, se ha detenido en el pasillo y los 75 reporteros se han acercado uno a uno para saludarle. «Buen domingo, bienvenidos y gracias por acompañarme y gracias por vuestro trabajo», les ha dicho en un breve discurso.

El Papa ha pedido a los reporteros que no pierdan de vista que emprende una «peregrinación penitencial», y esta será la clave de los gestos que cumpla en Canadá desde hoy hasta el viernes.

El pontífice viaja para pedir perdón por la complicidad de la Iglesia católica en los «internados para niños indígenas» abiertos por el gobierno canadiense entre 1886 y hasta 1996. Por allí pasaron unos 150 mil niños, muchos de ellos, especialmente hasta mitad del siglo XX, separados forzosamente de sus familias desde que tenían 3 años hasta que cumplían 16. En estos colegios, con el objetivo de «civilizar» a los pequeños, les forzaban a olvidar sus idiomas, y a abandonar su cultura y sus costumbres. Cuando regresaban a casa, habían perdido el vínculo afectivo con su pueblo y sus padres, quienes a menudo tampoco les reconocían. Un 46% de estos lugares eran gestionados por instituciones católicas.

A bordo del avión, el Papa ha lamentado no poder rezar este domingo el ángelus semanal desde su ventana de la plaza de San Pedro, y ha recordado que hoy la Iglesia católica celebra la Jornada Mundial de los Abuelos y Ancianos. Por eso, ha invitado a los jóvenes a «tener contacto con los abuelos, volver a ellos, volver a sus raíces, no para quedarse ahí, no, sino para llevarlas adelante, como el árbol que toma fuerza de sus raíces y la lleva adelante en las flores, en los frutos».

«También quiero recordar a los religiosos y religiosas mayores, los «abuelos» de la vida consagrada: por favor, no los escondáis, son la sabiduría de una familia religiosa; y que los nuevos religiosos y religiosas, los novicios, tengan contacto con ellos: nos darán toda la experiencia de vida que tanto nos ayudará a seguir adelante», ha solicitado.

«Cada uno de nosotros tiene abuelos y abuelas, algunos se han ido, otros están vivos; recordémoslos hoy de una manera especial. De ellos hemos recibido muchas cosas, en primer lugar, la historia», ha dicho a los periodistas antes de saludarlos uno a uno.