Recursos naturales al límite: en 2030 necesitaremos dos Tierras para seguir viviendo

El año pasado fue el 28 de julio, pero ese avance de solvencia medioambiental es en gran parte un espejismo creado por modificaciones en la base de datos, advierte Germanwatch, que basa sus cálculos en la información que proporciona Global Footprint Network (GFN). «Cada ducha caliente que nos demos hasta nochevieja, cada trayecto en coche, lo estaremos haciendo a costa de las futuras generaciones», dice Christoph Bals, director político de Germanwatch, «no se trata de agobiar ni de crear una sensación de culpa, sino de concienciarnos de que estamos utilizando algo que realmente no tenemos».

Las proyecciones muestran que en 2030 necesitaremos dos planetas Tierra enteros para sostener nuestro estilo de vida. Si nos podemos permitir cierto optimismo es por el hecho de que «al menos es gratificante que la sobrecarga apenas haya aumentado durante algunos años e incluso esté disminuyendo muy levemente este año».

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En todo caso, hay ciudadanos de países que se pueden dar esa ducha caliente con menor cargo de conciencia, en la medida en que existen grandes diferencias en términos de la huella ecológica. Si todos viviésemos como se vive en promedio en EE. UU., se necesitarían 5,1 planetas Tierra para sostener a la Humanidad. Con una forma de vida como la de China, la población mundial necesitaría 2,4 Tierras, siempre según los cálculos de esta organización. «Esto subraya la responsabilidad especial de las naciones industrializadas y de los países emergentes con altas emisiones», señala Bals.

España, según el informe anual de Germanwatch, avanza este año 11 puestos, hasta el número 23, y recibe calificaciones medias en las cuatro principales categorías: Política climática, Energías renovables, Uso de Energía y Emisiones de gases de invernadero. En 2021, España adoptó la Ley de Cambio Climático y Energía Ley de Transición, que compromete al país a, en 2030, reducir las emisiones en un 23% en comparación con los niveles de 1990 y el objetivo de aumentar la participación de las energías renovables en el uso final de la energía en un 42 % también hasta 2030.

Pero los expertos de Germanwatch critican la ausencia de un compromiso gubernamental para eliminar gradualmente los subsidios a los combustibles fósiles y exigen que España incluya a la sociedad civil en los proyectos de energías renovables para una transición energética más justa.

Las altas emisiones de CO2 en las áreas de electricidad, transporte y agricultura industrial, son los principales factores de sobrecarga, en los que Germanwatch ve la necesidad de actuar con mayor celeridad, particularmente con respecto a las emisiones del tráfico y el uso de la tierra. Menciona las importaciones de alimentos para animales, madera tropical y biocombustibles.

Germanwatch no nos pide que dejemos de ducharnos con agua caliente, pero sí denuncia que el avión es el medio de transporte que más daña el clima y subraya que viajar en tren es hasta 28 veces más respetuoso con el medio ambiente que los vuelos, por lo que pide a los gobiernos «la abolición de las exenciones fiscales injustas para el tráfico aéreo«. »Esto podría expandir enormemente la red ferroviaria y las ofertas en Europa«, defiende Jacob Rohm, responsable de movilidad respetuosa con el clima de Germanwatch.

Describe por otra parte la demanda europea de alimentos como la soja para la ganadería industrial o los biocombustibles como el impulsor decisivo de la deforestación en todo el mundo y anota que, para vivir en equilibrio con la naturaleza y reducir los gases de efecto invernadero como recomienda el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), el Día del Sobregiro de la Tierra tendría que retrasarse 19 días cada año durante los próximos siete.

Sólo con reducir a la mitad el desperdicio de alimentos en todo el mundo, se ganarían 13 y la Humanidad tendría hechas tres cuartas partes de su tarea pendiente con el planeta.