Madrid, la segunda comunidad en cobrar un euro por receta después de Cataluña

Desde la implantación de esta tasa hasta el 1 de septiembre se habían recaudado, según el Departamento de Salud catalán, 20 millones de euros, aunque la intención del Govern es lograr unos ingresos anuales de 100 millones de euros, además de moderar el consumo de medicamentos. Esta tasa se suma al copago farmacéutico anunciado en abril por la ministra de Sanidad, Ana Mato, y que acordó con las comunidades autónomas en la reunión del Consejo Interterritorial de Salud, salvo con el País Vasco, donde no lo han aplicado.

Según esta medida, los pensionistas, hasta ahora exentos, deben pagar hasta el 10% de los medicamentos que consuman con un máximo de 8 euros mensuales para las rentas por debajo de 18.000 euros al año, y de 18 euros para las que superen esa cantidad, mientras que las medicinas serán gratuitas para aquellos que cobren las pensiones más bajas, las no contributivas.

Los jubilados que ingresan más de 100.000 euros pagarán el 60% con un limite de 60 euros y los trabajadores con rentas inferiores a 18.000 euros seguirán pagando el 40%, como hasta ahora, un porcentaje que sube hasta el 50% en rentas entre 18.000 y 100.000 euros, y hasta el 60% para rentas más elevadas. Los parados que no cobren subsidio no pagan nada por los medicamentos.

También están exentos de la aportación las personas que cobran rentas de integración social, los afectados por el síndrome tóxico, las personas con discapacidad "en los supuestos contemplados en su normativa específica" y "los tratamientos derivados de accidentes de trabajo y enfermedad profesional.