Cómo proteger a las mascotas contra mosquitos, parásitos y otros huéspedes indeseados

Para ofrecerles una buena protección es clave conocer los diferentes tipos de protecciones así como sus combinaciones. Pipeta y collar son dos de los antiparasitarios clásicos que pueden emplearse no solo ahora; sino todo el año. También ahora los hay en formato caramelo masticable (para perros) y también como complemento con espráis.

Aunque es ahora cuando más hacen notar su presencia, los parásitos han estado presentes durante todo el año. Lo que sucede es que el calor hace que multipliquen su presencia, ya que el calor favorece su aparición.

Estos causan desde un simple malestar hasta lesiones en la piel, además de ser transmisores de enfermedades como las Leishmania o el parvovirus, que no cogiéndolo a tiempo pueden llegar a ser letales. «Tanto animales domésticos de exterior (principalmente perros), como los de interior (gatos) son susceptibles de contagiarse.

Por eso, para potenciar la protección del animal es clave conocer el tipo de antiparasitario que necesita, entre principales y complementarios, cuándo es el momento indicado para usarlos y cómo combinarlos entre sí«, comenta a ABC Nuria Constanzo, experta veterinaria de Clinicanimal, la red de centros veterinarios de Tiendanimal. Además asegura que »No obstante, ante cualquier duda, siempre es aconsejable acudir al veterinario para que este aconseje que es lo más adecuado para él en cada caso«.

Los más recomendados son aquellos antiparasitarios, con base farmacológica y eficacia comprobada, que ofrecen una protección más a largo plazo. «En el caso de los gatos, lo más recomendable es protegerlos con collar durante todo el año y añadir pipetas en los meses de calor o mayor exposición solar.

Para los animales de exterior o de aquellas zonas donde la presencia de estos parásitos es más elevada (principalmente zonas de la costa o calurosas) la combinación más adecuada es la del collar y pipeta de forma constante«, explica Nuria Constanzo.

Los collares antiparasitarios protegen de manera específica contra el mosquito de la leishmaniasis, además de pulgas y garrapatas de forma prolongada. Conviene saber que su actuación no es instantánea y que, en función del tipo de collar, puede tardar entre 2 día y alrededor de una semana en hacer efecto. Además hay que tener en cuenta que para animales con lesiones en la piel o hipersensibilidad es preferible optar por otros sistemas de protección.

En el caso de las pipetas, estas actúan más rápidamente frente a pulgas, garrapatas y piojos, aunque su duración es más corta. Su periodo de actuación protectora es de entre dos y tres meses en el caso de gatos y de entre uno y dos meses en el caso de los perros.

Los antiparasitarios complementarios, o repelentes, son aquellos que ayudan a repeler estos parásitos. Se diferencian de los antiparasitarios veterinarios en que ofrecen una protección más puntual y limitada en cuestión de tiempo. Nuria Constanzo comenta que «tanto antiparasitarios veterinarios y repelentes pueden emplearse al mismo tiempo, no son sustitutos el uno del otro».

Así, los espráis antiparasitarios son aplicables tanto para perros como para gatos. Tienen una duración de entre 24 horas y 8 semanas; así como en el caso de los perros, los comprimidos masticables, que ayudan a dar una dosis extra de protección ante las pulgas y garrapatas y cuya duración es de un mes. También existen champús antiparasitarios, que ayudan a repeler los parásitos externos y cuyo uso se recomiendan especialmente en los meses de verano. También están los baños antiparasitarios, estos realizados por profesionales en peluquerías caninas, aportando una máxima eficacia.

En el caso de gatos, para garantizar la máxima protección, lo más indicado es emplear la pipeta, el collar y el espray. En cambio, para los perros lo más aconsejable es el empleo a la vez de pipeta, collar y comprimido masticable; e incluir, en temporadas en las que la presencia de parásitos sea mayor, complementos adicionales como el champú, espray o los baños en la peluquería.

«De este modo conseguiremos mantener a nuestro fiel compañero alejado de estas amenazas que pueden ejercer negativamente en su salud», reflexiona Nuria Constanzo.

Desde el Herbolario para Animales Sol de invierno aseguran que los síntomas que puede experimentar su perro si tiene parásitos o ha sufrido una infestación/picadura pueden variar según el tipo de parásito, el lugar donde vive y la gravedad de la infestación.

La mayoría de los parásitos intestinales no muestran síntomas hasta que la infestación se ha agravado y pueden causar síntomas como: molestias del tracto digestivo o heces blandas. E incluso problemas graves como anemia, enfermedades de la piel, infecciones secundarias, dificultad para respirar y desnutrición.

Algunos síntomas de que tu perro sufre una infestación de parásitos externos como pulgas o garrapatas son: el rascado excesivo, la piel enrojecida e inflamada. También puede serlo, la pérdida del cabello y formación de costras en la piel.